martes, 7 de diciembre de 2010

Mas dudas no....

De nuevo las dudas y ahora precisamente después de tantas cosas como hemos pasado, desde luego, quizás no tengamos arreglo. Os comento esto por unos comentarios oídos en la Iglesia un domingo por la tarde. Ese domingo concretamente la misa la dijo Pablo el cura de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes. La misa fue muy emotiva, con una predicación estupenda y con la asistencia de muchas personas. Al finalizar la misma nos comunican de parte de Manuel Jesús, el agradecimiento de que ya se había recogido el dinero de las sillas y que en el tablón de anuncios se encontraba la lista de las personas que contribuyeron con su donativo. Que a partir de ahora, para sufragar el coste de las campanas eléctricas, se ponían a la venta los almanaques. El precio de los mismos son de 5 euros por mes, durante los doce meses del año 2011. Con la particularidad de que aquellas personas que no pudiesen pagar los mencionados cinco euros mensuales, no habría ningún tipo de problema, ese mismo día se lo podían llevar por el importe de un mes y ya cada uno fuesen abonando el resto del año como buenamente pudieran hacerlo.


Nunca estaremos en esta vida conforme con nada. Pasando de la no transparencia o lo opaco, a la claridad total con referencia a las cuentas de nuestra Parroquia. Jamás anteriormente, durante treinta y seis (largos años), tuvimos nunca la oportunidad de saber, cuánto dinero entraba y cuanto dinero salía en las arcas de la misma. Jamás hubo una lista expuesta con los gastos ni con los ingresos.
El pueblo (sumiso como siempre), se limitaba a dar lo que le pidiesen y nada más, nunca nos enteramos, si se recogió el dinero suficiente o si sobró algo.
Sin embargo ahora que por fin llega la “claridad” en estos términos, es cuando le entra a la gente la duda. Curioso y de pena, que en algunos sectores (afortunadamente pocos), critiquen el que se pida; para unas sillas (justificadas su compra) y a renglón seguido para unas campanas eléctricas y un reloj, también precisas.
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Claro al ser tan rápido lo del almanaque, es cuando surgen los comentarios antes mencionados, como; anda que no pide nada el cura. Señores, este señor está pidiendo para una cosa necesaria para todos. Con este sistema de campanas, ya no tendremos la necesidad de que haya alguien para tocar; para doblar cuando alguien fallezca o para repicar cuando haga falta, sin la necesidad de tener que haber nadie disponible para tales momentos. Se han dado casos de cuando algún entierro y no hubo nadie para doblar, porque la persona que lo hacía, ese día tuvo que ir con la mujer al médico u otra gestión urgente.

Ahora con los tiempos todo es digital y quizás desde un móvil se puedan activar dichas campanas sin necesidad de tener que molestarse nadie.

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