viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Son la Comparaciones Odiosas??


¿Son Odiosas las Comparaciones?

Cualquier persona que lea esto y no haya vivido en nuestro pueblo, quizás no lo entienda mucho, pero como la inmensa mayoría sí, voy a expresarlo a mi manera, como dice la canción.

Lo dicho anteriormente es porque lo quiero poner como si fuese una clase de “matemática”.

La idea me la dio, Antonio Burgos, afamado periodista en su artículo sobre el Coro de Campanilleros Santo Domingo, cuando hacía una comparación, en la que nuestro pueblo ganaba con respecto a los americanos con lo de Halo güin, su expresión era:

                                               BORMUJOS……………… UNO

                                               HALOGUIN……………….CERO

Al defender las costumbres antiguas de honrar a nuestros difuntos, cantándoles en ese día, en vez de vivir esa especie de carnaval que se monta alrededor del dichoso Halo güin.

Y como de: “ecuaciones”, “liguillas”, “números” o “comparaciones” ( aunque éstas en sí, casi siempre sean odiosas) se trata, quiero hacer con esto una reflexión. Porque es lo que siento y lo quiero expresar como dije anteriormente, a mi manera.

Remontándonos a los tiempos aquellos (tan nombrados, en el libro del Bormujos que se nos fue),  es solo  con el objeto de hacernos a la idea, precisamente de eso. Lo que fue y, lo que somos.

Ese Bormujos  en su estructura de antes, fue cambiando a la medida justa de cómo iban los tiempos, pero en el tema al que quiero hacer alusión hoy.  El cambio ha sido brusco y rápido.

El tema no es otro, que el referente a la Iglesia actual en nuestro pueblo. Siguiendo con la “liguilla”, decir que en menos de dos años, el cambio ha sido espectacular.

                          36 ….años……….Una Parroquia ……..Un cura

                          2……años……….Dos Parroquias……Dos curas

Al hacer ésta referencia, en realidad lo que quiero es resaltar no solo lo estructural de las Parroquias, (aunque las dos en lo estricto al edificio estén en eso). La nueva ya está en construcción, situada en la calle Nuestra Señora de los Dolores y, la antigua con tantos arreglos efectuados en tan poco tiempo, casi parece nueva.

Retomando el tema del principio en lo de las “comparaciones”, (aunque odiosas casi siempre), pero si importantes. Y por el bien de los mayores en el tema de la memoria, que es bueno tenerla activa, por eso quiero que nos acordemos  por ejemplo: ¿Cuántos tuvimos que llevar a nuestros hijos a confirmar, fuera de nuestro pueblo?. ¿Cuántos tuvieron que llevar a sus hijos o nietos a bautizar a otro pueblo?, ¿Cuántos tuvieron que traer otro sacerdote de otro pueblo, para que le diese la Comunión a su padre o madre enferma?....

Por eso ahora viene bien ésta comparación…

                     36 años…..Visita  Arzobispal……..0

                  ..2 años…..Visita Arzobispal……4

Dos por cada Parroquia. En Noviembre estuvo el Sr. Arzobispo en la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación y Confirmó, tanto a jóvenes (que por suerte no conocieron lo anterior expuesto) y otros más mayores que sí, pero que no tuvieron la oportunidad de hacerlo antes. Ahora el pasado martes  ha estado el Obispo Auxiliar  D. Santiago de visita en el día de nuestro Patrón Santo Domingo, (tan olvidado anteriormente).

En Nuestra Señora de Lourdes y San Juan de Dios, estuvo el Sr. Arzobispo para bendecir la colocación de la primera piedra de la Parroquia y, ahora en Febrero viene el Obispo Auxiliar de visita y también impartirá el Sacramento de la Confirmación.

Luego entonces, aunque haya tenido que poner estas comparaciones, no es con ánimo de ofender a nadie en concreto, es por aplaudir a los dirigentes de la Santa Iglesia, por tener el acierto de efectuar esos cambios tan necesarios en nuestra Iglesia actual. No refiriéndome a nuestro pueblo en especial, es en general. El cambio se ha notado en muchas cosas. Esperemos que esos cambios traigan sus frutos, aunque al parecer en nuestro pueblo, esos frutos mencionados no se hayan hecho esperar, cuando en una misma familia ya tiene dos componentes de la misma que se van a incorporar a ella.




Bellísima estampa Navideña Bormujera

Otro dato curioso en lo referente a esa especie de “liguilla”, no podía dejar pasar la más importante. La bajada de la Santísima Virgen de la Encarnación, (desde casi del Cielo) donde se ubica su camarín a la proximidad con la gente y poder disfrutar de ella al tenerla tan cerca. Dos veces en poco menos de año y medio. Yo particularmente jamás la vi nunca tan de cerca. Y la nota curiosa es que siendo la Patrona de nuestro pueblo, ha sido siempre, la gran olvidada.




¿Hay algo mejor que contemplarla a Ella?

Sin embargo el dato curioso está, en que antiguamente y me refiero a unos 100 años atrás, aproximadamente, el pueblo la tenía muy presente. Este dato lo saco, por la cantidad de mujeres de aquella época, que se llamaban como Ella. Pues hasta eso fue perdiendo, ya nadie le pone a una niña su nombre, Encarnación.




Otra felicitación bormujera.

Diremos como dice Antonio Burgos, cada vez nos vamos  pareciendo más a los americanos, poniéndoles a los niños nombres raros.


viernes, 16 de diciembre de 2011

¡Ya llega la Virgen!..¡Por fin está con nosotros!


¡Ya llega la Virgen!...¡Por fin está con nosotros!

Ese es el clamor popular entre los devotos de la Santísima Virgen de las Nieves.

Sin embargo, yo particularmente pienso…¿Pero se llegó a ir alguna vez?

Haciéndole honor a la broma de nuestro MJ, el día del besamanos de Nuestra Señora del Rosario. Sobre si ésta estaba triste, por la ausencia de su hermana. Bromas  aparte, yo creo, como cree la inmensa mayoría de cistianos que, la Virgen: ha estado, está y estará, siempre con nosotros. Sea cual sea su advocación. Porque que mejor lugar, que el corazón de cualquier persona, para custodiarla.

Pero el pueblo fiel a sus creencias, angostadas con el tiempo en sus sentimientos. Estaban que parecía, les faltase el aire al respirar, cuando al entrar en la Iglesia y mirar hacia la derecha, donde se ubica su altar. Solo podían ver el  Simpecado, que por otro lado no deja de ser el símbolo de la Santísima Virgen en su ausencia.

Y no es para menos la inquietud que durante éste tiempo ha albergado, en el corazón de cada “nevero”. Cada uno con su versión particular sobre el estado de conservación de la imagen. Unos calculaban más dañada y otros menos. Y algunos creyendo que la imagen del rostro de la Virgen, que ellos tenían en las retinas, incrustadas desde niños, pudiese ser cambiada por cualquier contratiempo. Los hacía estar “casi como quién dice”, con el Alma en vilo. Con exclamaciones como: ¡Ay Virgencita, que no te cambien la cara!, ¡Ay Dios mío, déjala  como estaba!...

Imagen antes de la restauración.

Dichas exclamaciones,  que se fueron acabando,  con el anuncio de su llegada.
Ya  solo quedaba esperar y contar las horas que faltaban para verla y, cómo no, besarle la mano en el Besamanos Extraordinario, que por  motivo de su nueva bendición, le hacen. 

Si eso ocurría ayer, hoy, la espectación alrrededor de la puerta de la Parroquia iba aumentando, cuanto más se aproximaba la hora, en la que el cura tenía previsto abrirla.
Ese momento se me antojó a mi, como mágico, pues la gente se lanzó casi atropelladamente hacia el altar mayor, donde estaba la Santísima Virgen, expuesta para su bendición y posterior Besamanos. Y fue ahí donde las exclamaciones fueron saliendo de los "neveros y neveras", en distintos sentidos hacia la Virgen.


Imagen después de las restauración.


¡Que guapa está!..¡Pero que cambiá!..¡Parece otra, pero que guapa!
Otros decían, es el arreglo que la hace diferente, pero es ella.


Una señora que estaba a mi lado en el banco, casi todo el tiempo se llevó suspirando, sobre la duda de que con la restauración, le hubiesen cambiado su antigua fisonomía. Pero a medida que el tiempo iba pasando, primero con: la bención, la eucaristía y el besamanos, las dudas se fueron disolviendo.


Otro perfil de la Virgen


Y es que, como todo en la vida, cuando algo cambia, la idea que se tenía anteriormente, se va asimilando a poquito a poco, hasta que se acaba por aceptar.

Como siempre he hecho desde que mi amigo Juan Antonio, es su vestidor, hoy no iba a ser menos, al revés, lo felicité mas efusivamente, si cabe. Por el hecho de que  alguien le haga llegar, comentarios negativos a su cometido.
Porque para mi, el trabajo realizado por él con respecto a la Virgen son im pecables como siempre.


Ntra. Sra. de
 las Nieves

De todas formas que mejor que decir.

¡VIVA LA VIRGEN DE LAS NIEVES!



Como les dije anteriormente, cuanto más se vea la imagen de la Virgen, más se asimilan los cambios, para mejor y, si os fijais bien en la foto, que yo la he etiquetado, como La Familia, es por tener a su espalda a esa preciosa imagen de San José con el Niño Jesus de la mano.




Por otro lado ya que por fin tenemos a la Virgen entre nosotros, porque no le pedimos que este año nieve en Bormujos como en el año 1954.
Así los niños no tendrían que ir a Granada para ver la nieve..



Quizás si la llegada de la Virgen se hubiese atrasado un poco.
 Puestos a soñar, ¿porque no podría ser?
Quizás aunque fuese soñando hubiesemos visto éstas imágenes como las del 1954

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Estan los padres preparados, para enterrar a un hijo?

Sobre este tema hay infinidad de: escritores, poetas, músicos, políticos, pensadores y gente del pueblo en general… Que tienen la misma opinión, todos dicen que es, contra- natura.  Los hijos si están y saben, que tienen el deber de enterrar a sus padres por ser mayores. Pero cuando ocurre al contrario, es una sin- razón, por la cual jamás debería de pasar ningún padre.

En nuestro pueblo, desgraciadamente, cada vez más seguido, se están muriendo jóvenes. Unos con ésta enfermedad de cáncer,( que nos traen a mal traer a todos ) y otros por accidente u otras enfermedades. Dándose la circunstancias de un tiempo a ésta parte, que las muertes de personas jóvenes, superan a la de los mayores.

Será cierto entonces el comentario que hizo, John Lennon sobre la muerte –“La vida es lo que va a sucederte, no te empeñes en hacer otros planes”.

Si nos paramos a pensar lo que nos dice el sacerdote en estos momentos. Espéranos al otro lado. En el  lugar ese, en que tú  estás ya y que, según  San Pablo: “Nadie osó imaginar o sospechar lo que Dios tiene guardado a sus elegidos”

Bonita frase, pero que muchos padres se habrán preguntado a todo lo largo de la historia. ¿Y porque no me eligió a mí, en vez de a mi hijo?

Hay situaciones en la vida, en las que quedamos convulsionados, sin apenas poder decir palabra.  La de hoy, como la de otras muertes de muchachos y muchachas de Bormujos, muertos a temprana edad, por una circunstancia o por otra.

Hay muertes y …muertes. La de Elvira (por ponerla como ejemplo a la de cualquier joven), siempre será a destiempo e inesperada.

En su obra sobre la muerte y el morirse, Elizabeth Kubler Ross describió la experiencia de las personas que se están muriendo, y sus palabras a veces parecen coincidir con los sentimientos de padres desconsolados. Las etapas que describió son semejantes al proceso por lo que pasan los padres cuando hacen frente a la idea que su hijo está sufriendo una maldad o enfermedad de que últimamente morirá. Aunque padres cuyo hijo se muere súbitamente tendrán estos mismos sentimientos, el padre de un hijo con una enfermedad a veces los experimenta a dos niveles- primero durante la enfermedad del hijo y otra vez después de su muerte.

Es cierto que todos rechazan la idea. ¡Su hijo-No! Este niño será la excepción. La Virgen hará un milagro. Entonces, después de la muerte, no es raro que los padres crean que no hicieron lo suficiente o no actuaron en cuanto pudieran. Sufren con las dudas. Y si hubieran intentado otro doctor u otra medicina, y si hubieran rezado más, ¿habría habido alguna diferencia? O tal vez se preguntan se debían haber acordado tantas pruebas dolorosas y procedimientos inútiles.

¿Cuántas veces al mirar y ver sufrir a un hijo, los padres han pedido que se les permita sufrir por él? Ojalá que pudieran sustituirse por el hijo y, que este disfrutara de una vida larga y cumplida.

Aunque puede ser que acepten la situación y la enfermedad, para muchos la muerte, cuando ocurre, ya no se acepta. En el fondo no querían creer que en realidad ocurriría; ahora no quieren creer que su hijo se ha muerto. Muchísimas personas tratarán de consolarlos, diciéndoles que ahora el hijo está en paz y  no sufre. Ellos lo saben, y si, ayuda un poco; pero hace poco para aliviar el dolor y la pena. Por supuesto, están aliviados con el pesar y el cariño de la gente, pero esto no significa que no anhelen tenerlo una vez más en sus brazos.

¡No hay derecho!

¡No debería ser así!

A esta parte de la orilla, quedamos todos, en medio de la desolación. Estamos viendo, acaso como nunca, la raíz de nuestra debilidad, la esencia de nuestra finitud, la vulnerabilidad que nos acompaña día a día. Hemos descubierto la cruda verdad de nuestra vida: nadie es dueño de su vida

-Inesperada muerte, pero posible.

-Indeseada muerte, pero posible.

Temida muerte, pero posible.

Nosotros no disponemos del comienzo ni del final de la vida.

¿Quién está en el comienzo y en el final?

¿Quién programa la vida y la sostiene?

En una entrevista muy reciente, el periodista Iñaki Gabilondo afirmaba: “No se puede vivir bien sin enfrentarse a la muerte”.

Por otro lado el Obispo Pedro Casaldáliga escribe:

Nosotros, siendo cristianos, no tenemos, paradójicamente, una cultura positiva sobre la muerte. Nos la han pintado siempre entre esqueletos y guadañas horribles. Cuando, como il poverello Francisco de Asís, deberíamos saludarla y salir a su encuentro como hermana, “nuestra hermana la muerte”.

Por eso, porque descartamos la muerte de nuestra vida, porque la ignoramos, la tenemos  apesadumbrada como un tabú.

Es el mensaje novedoso, acaso el más inaudito, de nuestra fe cristiana. Siendo mortales como somos, ¡por qué nos rebelamos contra la muerte? Y es que nosotros no estamos hechos para la muerte sino para la vida. Nuestra vida presente, después de morir, continúa y entra en la plenitud de la vida.

¡Creer o no creer!, es decisivo y marca aquí una diferencia fundamental.  Jesús Resucitado nos ha dicho: “Quiero que donde yo estoy, estéis también vosotros”.

Y El está con Dios, eternamente, en el cielo.

La muerte no es la última palabra.  Afirmar esto, proclamarlo y vivirlo pertenece a la esencia de nuestra fe cristiana: Si no tuviera fe para negar la muerte, quizás no tendría coraje para nombrarla. Ella vendrá pero para  pasar de largo”

Esa es nuestra esperanza cristiana.

-Y, ¿entonces?

¿Qué hacemos ahora?

¿Llorar? Sí.

¿Desconsoladamente? No.

¿Resignarnos? No.

¿Dimitir? No.

Hay que hacer de la tierra un cielo anticipado. Hay que soñar, trabajar y luchar para que este nuestro planeta sea la casa de todos, donde cada vez haya menos odio, menos injusticia, menos hostilidades, menos egoísmos, menos sufrimientos, menos guerras, menos ruinas y miserias, más justicia, más libertad, más amor, más paz, más felicidad.

Hoy al caer la tarde en la Plaza de la Iglesia, no cabía ni un alfiler al despedir el cuerpo de Elvira. Nada más terminar la Misa y dar el pésame a su familia, la gente se fue quedando en la misma, para darles su particular adios entre llantos y suspiros. Se iba una "Niña, mujer y madre". 
Despido que yo por otra parte lo hubiese hecho a lo grande, con campanas y aplausos, diciéndole:


¡Ve al Rocío del Cielo con la Virgen!


Y te aseguro que te habrán dicho algunos padres y madres (allí presentes, igualados a los tuyos  en la pena), busca a nuestros hijos cuando llegues y abrazalos.
Cuantos y cuantos se fueron con tu misma edad y aún más jovenes. Quisiera recordarlos a todos sin que se me olvidase nadie. Pero han sido muchos y, por desgracia, cada vez más. Y sería imposible no errar.
¡Que la Santísima Virgen os acoja a todos allí y, podais organizar vuestro Rocío del Cielo!.
Tu que hace unos meses tuvistes el privilegio de cantarle a la Virgen en el Rocío, podrás hasta organizar, un coro. El Coro de los Angeles de Bormujos.

lunes, 31 de octubre de 2011

Fátima..Luz..y..Paz

¡Que mejor luz que la imagen de Jesús!

Otra peregrinación más y van dos: Lourdes y Fátima. Dos puntos extremos en el mapa y sin embargo, iguales entre sí.

En los dos he sentido lo mismo, Fe y siempre manifestadas de la misma forma. En el dolor ajeno. El cual me hace pensar y recapacitar, para auto-criticarme y decir: ¿de qué me puedo quejar?, cuando ves tantas personas jóvenes, con tantas dificultades para vivir, medianamente bien. Al vivir me refiero a poder: andar o valerse por sí mismo. Y poder tener la capacidad de ser “inde-pendiente”.

Se llama Luis y es una persona increible.


Volviendo a lo de antes sobre la Fe, mi Fe, la encuentro precisamente al ver a esos (“Costaleros del Cristo Vivo”), personas que altruistamente ayudan a los discapacitados, “de-pendiente”, de casi de todo en la vida. Concretamente Luis al cual he conocido esta vez más a fondo, que en la anterior peregrinación, solo mueve algunos dedos de cada mano.

Siguiendo el guión de la definición de la Santísima Virgen de Fátima, como bien nos explicaba la Hermana Lucía (que hasta el nombre tenía igual que aquella pastorcita, a la que la Señora de la Luz que brillaba más que el sol, se le aparecía), Fátima, significaba, Luz y Paz.

Pues a esa luz es a la que yo me quería referir, luz que transmitían esos “costaleros”, creados especialmente con una sensibilidad exquisita, en el cuido y cariño hacia esas personas que al igual que mi amigo Luis, los necesitan.

Estas personas con su dedicación (y amor al prójimo), creaban entre ambos (enfermos—y—costaleros) una especie de complicidad, que parecía como si de entre ambas uniones, manase luz.

En algún momento de la peregrinación, a varios de los que fuimos, nos ocurrió algún detalle, en el que tuvimos que sacar la fuerza (por decirlo de algún modo) de donde pudimos, para ayudar a estas personas. Ni que decir tiene que: cuanto más das, más recibes. O lo que es lo mismo, es más los sentimientos de gratitud y cariño que recibimos, que el esfuerzo físico realizado.

Otro detalle a destacar y vuelvo otra vez a la Hermana Lucía. Es que ella a pesar de estar informándonos sobre el contenido del Museo de la Virgen, con un sinfín de regalos de oro y piedras preciosas, de todo el mundo. Para ella lo más importante era resaltar la sencillez y la luminosidad, que la Santísima Virgen nos transmitía. Se disculpaba constantemente, por su mal pronunciamiento de la lengua española. Al ser ella italiana, vivir en Portugal y tratar de explicar su cometido en español. Pero los asistentes por unanimidad, le manifestaron con cariño ¡que se habían enterado perfectamente de todo!  Al terminar la visita, la abrazaron, besaron e incluso se fotografiaron con ella.


Aquí muy bien prodríamos meter dos coplillas de mi amigo Baltasar Caro que dicen así:

¡Yo al Cristo le regalé, brillantes de perlas finas!
¡Si quieres verlo contento, repasa bien la Doctrina!
¡Y le das de comer al hambriento!

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¡De que le sirve al Cautivo, tener cadenas de plata!
¡Y grilletes de oro fino, si la libertad, le falta!

Tratando de buscar la definición del origen del nombre de Fátima y situarnos en esa época, encontré este relato redactado por uno de los innumerables peregrinos que a lo largo de la historia la visitó. Dice así:

Procesión después de la Eucaristía


Valga como introducción que Fátima era en 1917, época de los sucesos que le dieron renombre universal, una pequeña aldea en la sierra del Aire, con unas cuarenta casas, pertenecientes al distrito de Santarem del Concejo de Vilanova de Ourem. Hasta esa fecha Fátima era solo eso una aldea, la más importante de la Parroquia del mismo nombre, que tenía unos dos mil quinientos habitantes dispersos en pequeñas aldeas y casas separadas, entre las que se encontraba Aljustrel, lugar de nacimiento de los tres pastorcillos videntes Lucia, Francisco y Jacinta.
El nombre de Fátima tiene para todos una resonancia árabe imposible de ignorar. Fátima es el nombre de la hija de Mahoma y es evocador de múltiples contiendas, escaramuzas y guerrillas, que moros y cristianos llevaban a cabo en estas tierras peninsulares hacia el siglo XII, una de cuyas escaramuzas ocurrida en esas tierras de Portugal dio base a la leyenda del origen del nombre de la Aldea y Santuario.




Vista de la explanada del Santuario.


Corría una mañana en una imprecisa fecha del año 1158, cuando un grupo de alborozados jóvenes musulmanes, guardados por una aguerrida tropa de caballeros de la media luna, salió de la población de Alcacer do Sal, de camino al estuario del río Sado, paraje precioso y aún hoy poco hollado. Los jóvenes musulmanes iban festivamente a bañarse al río y entre el grupo se encontraban varios hijos de notables del lugar, lo cual justificaba el acompañamiento de la aguerrida caballería musulmana. El río Sado y su estuario forman un salvaje parque natural, en el que la finísima arena blanca y el maravilloso paisaje, junto con la pureza de sus aires y aguas hacen muy apetecible el baño, en un sosiego en que la Naturaleza acompaña en todo momento. Por ello y por su proximidad a Alcacer do Sal, los jóvenes habían decidido la excursión caminando con despreocupación de cualquier peligro por estar en tierras musulmanas y lejos de la frontera cristiana, que en aquellas fechas estaba más arriba al lado norte del Tajo. En aquel grupo, entre los hijos de los notables, se encontraba una bella jovencita de nombre Fátima, que era hija del Valí de Alcacer do Sal.
Los cristianos duchos en la guerrilla y continuos hostigadores de las tropas sarracenas, con ansias de recuperar para la Cruz las tierras que les había arrebatado la Media Luna, habían decidido realizar una incursión y apoderarse de rehenes enemigos con los que luego trocar en rescate al moro.
Gonzalo Hermingues era el jefe de la tropa cristiana, comandada con esta misión por el Rey Don Alfonso Henriques. La tropa cristiana se adentró en territorio sarraceno y se emboscó a la espera de un lance favorable. El bravo Gonzalo Hermingues era conocido entre los cristianos como “tragamoros”.
La comitiva musulmana, acertó a pasar en su despreocupado itinerario por el lugar donde los cristianos se habían emboscados, siendo sorprendidos y tras dura contienda con sangre por ambos bandos, finalmente los musulmanes fueron derrotados quedando los sobrevivientes cautivos de los cristianos.
Gonzalo Herminges, “tragamoros”, decidió llevar a sus prisioneros a Santarem, localidad cristiana distante, al Norte en la orilla opuesta del Tajo. Allí el rey de Portugal Don Alfonso Henriques le aguardaba.
El camino era largo y difícil por atravesar tierras del moro. Durante el mismo Gonzalo Henriques reparó en Fátima y se fue encantando con su juventud, belleza y noble porte de la mora, que aunque escoltada y prisionera también le miraba con algo más que curiosidad. Durante el camino, las duras acciones del portugués con los guerreros moros fueron trocadas por amorosos pensamientos hacia su prisionera, dando vueltas y revueltas sobre qué hacer con la misma. No he encontrado detalles en la leyenda sobre el supuesto romance que debió nacer entre los dos pero que a buen seguro el tiempo del camino dio para fortalecerlo.
Llegados a Santarem el Rey celebró la hazaña y premió al grupo de guerreros con regalos y nombramientos como era usanza en aquellos tiempos. A Gonzalo Hermingues le pidió el Rey que manifestase cual quería fuese su recompensa. El “tragamoros”, admirado como había quedado de Fátima, pidió al Rey su mano para desposarla. Ante aquella inusual petición el Rey dudó largamente, pero al final la concedió bajo dos condiciones: que la doncella le aceptase libremente y que se convirtiera a la fe cristiana.
Narran las crónicas que Fátima aceptó y su bautizo se realizó con el nombre de Fátima Oureana, se convirtió en la feliz esposa de Gonzalo Hermingues y que se fueron a vivir a la villa de Abdegas, regalo del Rey en los esponsales. Con el tiempo esta villa cambió su nombre por Villa Oureana  y actualmente es la ciudad de Vila Nova de Ourém.
Como muchas cosas en esta vida, la intensa felicidad de la pareja trocó en pocos años en desgracia al morir tempranamente Fátima, dejando a Gonzalo tan desolado que decidió cambiar su espada y uniforme por la cruz y el hábito de monje. Así se ordenó de su nuevo hábito en la Abadía de Alcobaca a treinta kilómetros de Ourem, siendo un fraile ejemplar según cuentan las crónicas.
En el año 1171 la Abadía fundó un priorato siendo nombrado Prior del mismo Fray Gonzalo Hermingues. Fray Gonzalo, que nunca se separaba del cuerpo sepulto de Fátima, construyó una capilla donde dio reposo al cuerpo de su amada. Así la capilla quedó con el nombre de Fátima y con el paso de los años se transformó en la Iglesia Parroquial de Fátima, demarcación en cuyo lugar ocurrieron las apariciones de las Virgen a los tres pastorcillos y por la cual fué llamada Virgen de Fátima.

Estampa Antigua de la Virgen


miércoles, 19 de octubre de 2011

Paco Tovar


Al hacer esta entrada, era un poema nada más al pensar que título le ponía. Al final me decidí por su nombre propio, porque solo con el apellido tan concido, como es el de Tovar, nos viene a la memoria nuestro vecino pueblo de Castilleja de la Cuesta. Así os podíais imaginar que era, el "castillejero".

Pues por poner , poner, le valdrían todos. Cuando en ésta España nuestra, le dan el título o una mención especial a alguien, por sus méritos al trabajo. Nunca se acuerdan de los “anónimos”. El premiado es muy conocido, por una causa u otra. Sin embargo ¿cuántas  personas habrá al igual como Paco que se la merezcan?

Paco Tovar, conocido como el  “castillejero”, empezó sus andanzas en el trabajo, (por decirlo de algún modo) como cantante por los bares y casas de Castilleja de la Cuesta, con tan solo 4 años. La precariedad en esas fechas estaba tan acentuada, que también hacía inspirar la malicia. En este caso en su hermano mayor, que era el que se lucraba de los beneficios que el niño conseguía.

La inspiración de su cante le venía, quizás por el montón de veces que sus hermanas mayores, lo ponían a ver las películas de Juanita Reina. Al estar su vivienda adosada a la pared del cine de verano y, él subido en unos ladrillos apilados a la misma. Se fue “quedando con la copla”, es un refrán, pero que en su caso es una realidad, porque es aún y todavía se acuerda de aquellas canciones. Aunque su preferida siempre fue Juanita Reina, él también cantaba canciones de otros "copleros" como Concha Piquer.

Pasado ese verano de sus cuatro primaveras, es cuando su madre, junto con sus hermanos y él, llegan a Bormujos.

En aquellos tiempos de hambre y miseria, la única solución más fácil y cómoda que podían otorgarles a las mujeres, solas y con varios hijos. Era el meterles a los niños en un Colegio.  Con 8 años a él, junto con seis niños más de Bormujos, lo alojaron en el Hospicio. Lugar destinado a los niños huérfanos, en estos casos, de padre. Éste colegio se llamaba San Luis, ubicado en Sevilla en la calle del mismo nombre.

El Colegio, hacía las dos funciones fundamentales; la educación y la alimentación. Pero también tenían que aguantar, según manifestaciones suyas, la mala leche de los celadores. Llegándose con el tiempo a tener que cerrarlo por el mal trato a los niños. A él lo castigaban hasta hartarse. Y él ante la adversidad, optó por “pegarse” a las Monjas de la Caridad, que eran las que regentaban el centro. El ingenio como niño que era, le hizo pensar, que si se apuntaba al Coro con ellas, éstas le ayudarían con respecto a los celadores.

Agudizando más si cabe, su afición a la música y al cante. Al poco tiempo de incorporarse, lo pusieron de solista. Su estancia allí duró poco tiempo, porque su madre por problemas económicos, lo sacó del colegio para trabajar a los 11 años.

Su primer trabajo fue de panadero en la Panadería de Alonso en el año de la famosa nevada. Pudiendo de esa manera llevar a su madre su primer jornal. Cinco pesetas y dos bollos para la casa y dos como máximo que le permitían comerse a él, durante el trabajo.

Años más tarde se fue a trabajar a otra panadería, esta vez en Tomares, pero ya ganando 15 pesetas y tres bollos. El inconveniente que tenía, era que al ser tan joven y el tener que hacer el trabajo de noche. El camino hasta el pueblo vecino, estaba como la boca de un lobo de oscura. El miedo se lo comía y, prefería irse 3 o 4 horas antes. Por la tarde con la luz del sol que era más llevadero y allí, con el calor del horno, echarse a dormir en unos sacos hasta la hora de empezar la faena.

En esa época también cantaba, esta vez era, en el Coro de Campanilleros Santo Domingo de Silos, cuando el director era, José Moreno el “esparterillo”. Dándosele la circunstancia de siempre, la escasez de todo. Siendo que cuando el Coro tenía que cantar y, éste solía hacerlo en el crudo invierno de entonces. Él, no tenía abrigo con el que cubrirse y, ahí no había, ni sacos, ni horno donde calentarse. Pero como siempre hay gente solidaria, ahí estaba su vecina Dolores la de “ventera”. Dolores al ser su marido Guardia Civil y éstos en sí, en el invierno usaban una capa para abrigarse. Ella con una de esas capas usadas, le confeccionó un abrigo a su hijo Eladio y al tener casi la misma talla. Dolores le prestaba a Francisco el abrigo, para que pudiese ir a cantar.

Siguiendo con su “curriculum”, decir que después de la panadería de Tomares, pasó a la de “Niño Pedro” en Bormujos. Él esta vez no se acuerda cuanto empezó ganando, pero si de que por el tema de la mili, estuvo saliendo y entrando en la misma y, que el último sueldo en ella, era de 60 pesetas y un kilo de pan.

Aquí en la panadería y a través del teléfono de Rita, hija de Pedro Sánchez, el panadero, él concursaba en un programa de radio, llamado “Conozca usted a sus vecinos”, cuyo locutor era Rafael Santisteban. Ya en esas fechas y con el dinero que ganaba, con su trabajo de noche y el reparto del pan por la mañana, teniendo que ir con un carro hasta Gines, se podía pagar la  Academia de Baile y Cante  de Realitos en Sevilla.

Tras su paso por la emisora de radio y ganar el primer premio, en ese concurso tan popular por la radio, éste consistía en un –corte de tela para una camisa y 100 pesetas. Y la opción de participar en la final de dicho concurso en el Teatro San Fernando de Sevilla.

Este hecho en sí le dio el “salto a la fama”, por decirlo de alguna manera. Poder cantar con gente famosa por aquel entonces y que algunos de ellos aún hoy, siguen estando en boga. Como es el caso de Cristina Hoyos, en el elenco de esa fecha también estaba, Presentación Palacios, El Loreño…

Debido al éxito obtenido, la Academia le proporciona la composición de las letras de cuatro canciones (pasodobles), escritas expresamente para él. Tales como: -El Hijo de la Romera- Caminito del Rocío- Campito Andaluz- y Sol de mi Sevilla y que aprovechando la memoria que aún tiene, me relata a continuación. Diciéndome que claro está, no lo pudo grabar en un disco, al no tener un “padrino” que lo bautizase. Refrán antiguo, pero que como todos los refranes, siguen en activo. Solo le quedó la opción de cantarlos muchas veces en la Radio. Así a continuación me recitó una de esas letras.

Sol de mi Sevilla.

-Yo he nacío en esta tierra, de la gracia y el salero
-que es la sal de Andalucía, que es orgullo y honra del mundo entero.

“Aquí en esta parte de la canción, con el paso del tiempo que él estuvo de emigrante en Alemania, le cambió las estrofas, haciendo homenaje a la inmensa mayoría de españoles emigrantes allí, en esas fechas.”

-Ya llegó mi marcha a España, ya dejo yo el extranjero
-y me voy para Sevilla, porque es la tierra que yo más quiero.

-Y aquí estoy para despedirme y cantar mis canciones
-que dejo como recuerdo a todos mis españoles.

“Estribillo”

-Me voy para Sevilla bendito tesoro
-junto a la viejita, que es la que yo adoro
-besa la medalla de su Gran Poder
- y llorando pide, para verme volver

Sigue la canción.

-Siempre canté mis canciones, dedicada a España entera
-y a todos los españoles, que están fuera de su frontera…


Retomando otra vez su trayectoria laboral. Estando aún en la panadería del “niño Pedro”, ya empezaba a hacer sus pinitos en el artisteo. Le salían contratos, para cantar por los pueblos, planteándosele la situación, de que para cantar así, tenía que sacarse el “Carnet de Artista”. Lo examinan para el mencionado carnet, y lo aprueba. Y es ahí donde viene la contradicción de la precariedad de esos tiempos. Al no tener las 100 pesetas que costaba retirarlo, se quedó sin él.

En estas salidas por los pueblos, él solo podía actuar en los más próximos, debido es, que al estar más retirados de Bormujos, él no podía volver con el tiempo justo, para trabajar en la panadería. Su madre apreciaba más, el jornal seguro y el Kilo de pan, que lo que pudiese obtener cantando.

Una de las veces que fue a Gines a cantar, le ofrecieron la posibilidad de trabajar en la panadería de la “Niña Herrera”, siendo esa vez, su primera cotización a la Seguridad Social. En las anteriores, jamás lo aseguraron.

Después de la “mili”, fue cuando se decidió emigrar. Entonces no se iba a la aventura, él iba contratado desde aquí a un Centro de Metalúrgica de Aluminio. En ésta ubicación, solo estuvo año y medio. De ahí lo pasaron a una factoría mayor en Frankfurt, donde se queda hasta, que por las circunstancias familiares, tras 19 años en Alemania, se tiene que venir.

                                            Ayuntamiento de Frankfurt

Como su añoranza de :su España, su Andalucía, su Sevilla, su Bormujos, le embargaba el corazón tanto. Se refugiaba en lo que mejor sabía hacer, recordarla cantando. En esas noches de nostalgia, añoraba su casa, aunque humilde pero con patio con flores y un jazmín. Según dicen todas las personas que por cualquier circunstancia han tenido que estar fuera de su casa, los olores, les transportaban a esos recuerdos. En Alemania no había ni jazmines ni azahar. Solo con ese olor que le viene a través del pensamiento, se acordaba de la Semana Santa, con el azahar y de la Feria de Bormujos, con el olor del jazmín. En las noches de verano, aunque calurosas, pero muy nuestras y que allí, no había.

                                          El Azahar,  en el mejor lugar.

Los fines de semana, empezó a cantar en la Casa de España. A través de la cual lo llegó a conocer el Consulado Español de Emigración.

El Consulado, contaba con Francisco, en cuantas ocasiones y eventos, el mismo organizaba. Al ser muchos los españoles emigrantes, en esas fechas allí. Organizaban galas y actuaciones, llevando artistas desde España y entre los cuales, siempre contaban con el “castillejero” . Teniendo así la oportunidad de relacionarse con famosos como: Bobi Deglané, Fosforito o Micaela. Uno de estos eventos organizados por el Consulado, fue el concurso de la elección de Miss  España.

Ya por esas fechas él estaba casado con María, conocida por la del “merino”. Ella no cantaba, pero iba con él y  a veces ayudaba en los coros. Fue cuando empezaron a cantar los fines de semana por: bares, reuniones, bautizos, bodas, salas de fiesta… De esa forma se fueron ganando unos “marcos extras”, que después a la hora de volver de nuevo a España, les vino muy bien.
  

          Barrio típico de Frankfurt.

Francisco también en innumerables ocasiones (por desgracia), tuvo que organizar alguna que otra actuación, por el hecho de contribuir económicamente, al grandioso coste que suponía, el repatriar un español fallecido, a su tierra. Allí al igual que aquí, en esas fechas, no habían seguros que abarcasen, traslados fuera de España.

Uno de sus últimos trabajos en Frankfurt y, a través de un amigo, se instala en una vivienda situada en pleno centro de la ciudad. Esta casa conllevaba el tener que hacerse cargo de una “peluquería canina”. Es en ese punto cuando él decide aprenderse el oficio, que más tarde a la vuelta a España, le vino, que ni pintado (dicho popular).

Al volver de Alemania con los “marcos extras”, ganados junto con su mujer, en el mundo de la música y el baile. Compran varias casas, la primera para su madre y así sucesivamente. Llegan a instalarse en un chalet en Tomares. Instalando como no, una peluquería canina.

En esas fechas de su vuelta a Bormujos, retoma su actividad en el Coro de Santo Domingo, llegando a componer una canción dedicada a nuestro patrón Santo Domingo, llamada, “En el Centro del Cielo Celeste se encuentra Bormujos…
Coro de Campanilleros Santo Domingo de Silos

En su estancia en Tomares y a través del Bar que montó, empieza la gente a conocerlo y sobretodo, conocer como canta y como compone. Y por alusión al blog, referente a los "motes", en Tomares le pusieron "Alegre". Su afán por la música, le hace crear un Coro de Campanilleros, siendo el su director, llegando a grabar cuatro discos. Los inicios fueron con letras y música de su antiguo “Coro” el de Santo Domingo. Al incorporarse a su coro Manuel Martín Peón, fue el que a partir de entonces ( y aún sigue), fuese el artífice de todas las “letras de las canciones propias”. Siempre con la ayuda de Paco, en los arreglos musicales. A pesar de su mal estado físico el “castillejero” aún sigue siendo su director.

Como la memoria le va fallando, (como a la inmensa mayoría nos pasa), es su mujer María, la que me cuenta que llegó a componer también una canción en la que él, hacía de solista, dedicada como no, a su Bormujos de su alma.

Bormujos del que nunca se olvidó en ningún momento, lo llevaba tan adentro allá en aquellas tierras tan lejanas que dice en palabras textuales: me “tallé” (pudiéndolo haber hecho en Castilleja) en Bormujos, me case, nació mi hijo, volví a casarme en las “bodas de plata” y quiero morirme aquí también. Ya que tras su tiempo vivido en Tomares y vender su casa allí, se compró una casa en el Bormujos de su alma. Pero antes dice que le gustaría, poder celebrar las “bodas de oro” con su María, que tanto quiere.   

Para que no le falten los jazmines, que le inspiraban recuerdos.
Ahí los tiene de varios colores...

domingo, 16 de octubre de 2011

La Gran Olvidada


Siempre procuro al poner el título a la entrada, tener relación con lo que quiero describir y más este caso concreto. 

Quiero referirme a mi amiga Genara  Cuevas Moreno. Una persona que pasó de ser, casi imprescindible, allá por la década de los sesenta, con  su trabajo en aquel añorado (y más en estos tiempos de crisis) almacén.

La palabra “almacén”, en sí, no deja de ser un lugar donde se almacenan infinidad de artículos. Bien podría ser: para una tienda, un supermercado o para los aperos de labranza… Sin embargo en nuestro caso, el “almacén”, era el nombre que nosotros le decíamos al centro de trabajo, ubicado al final de la antigua calle Millán Astray, actualmente calle, El Prado. Dedicado al aderezo de las aceitunas de mesa. Aceitunera del Aljarafe.

En este centro es donde nuestra vecina y amiga Genara, ejercía su trabajo, como administrativa.  Durante los casi ocho años,  tiempo que duró  (por decirlo de algún modo) lo bueno.  Tiempos en los que, más si cabe, que los de ahora con el tema del trabajo. El Bormujos que se nos fue, disfrutó de aquella, bonanza. El trabajo para cuatrocientas personas empleadas, unas fijas y otras trabajando a destajo.

Una década en la que en nuestro pueblo se construyeron muchas casas.  En aquel entonces, no se construía, tan fácilmente una barriada detrás de la otra. La gente se compraba primero el solar y, después poco a poco, se hacían su casa. Debido está que fue por la “bonanza del almacén”. Dándose la circunstancia de que en algunas casas, había varios familiares trabajando en el mismo.

Y era ahí donde en esa época, Genara, estaba súper solicitada. Todo el mundo quería trabajar y, que mejor que ir en busca de ella, para que de alguna manera, (le echase una mano) por su proximidad con el Gerente. Este pudiese de algún modo intentar en las próximas listas de llamadas de personal, meter a: su hija, su nuera, su nieta, su hermana…

Pero lo bueno dura poco, como se suele decir siempre. Ocho años que dio para mucho. Pero se nos escapó y todo fue “visto y no visto”. Nunca mejor dicho, porque quizás fue: por la mala gestión; por tratar de dar “gato por liebre”; o por ambas cosas juntas. El caso es, que aunque lo viéramos venir, nunca nos pensamos que llegaría ese día.  Y  llegó por desgracia para las bocas que alimentaban, los cuatrocientos empleados, que en momentos puntuales trabajábamos allí.

Y como en la película aquella también de esa época…”Lo que el viento se llevó”. Tuvimos que ir forzosamente olvidándonos. Y siguiendo el guión de la misma, queriendo olvidar lo malo y, al mismo tiempo, retener en la memoria, lo bueno.

Remitiéndonos  a ella, tras ese apoteósico evento vivido durante ese periodo de tiempo.  Pasó a ser… La Gran Olvidada… Debido es a su dedicación absoluta. El cuidado de su familia. Sus padres y hermanos. Primero murió su padre, varios años más tarde lo hizo su madre y actualmente, (tiene la exclusiva) el cuido de su hermana Candelaria, que todos sabéis cual es el problema. Persona dependiente de casi de todo.

Ésta dedicación, quizás absorbente para ella. Haya servido para desarrollar, esa vena artística y literaria, que le sale por los cuatro costados de su cuerpo.


Los Geranios le encantan


Entre un sinfín de poesías y escritos a sus: familiares, amigos, vecinos…Siempre predominan los dedicados a su Madre. Al ponerme al habla con ella, me presentó un cuaderno antiguo, escrito de puño y letra por ella, con todos sus escritos. De los cuales he cogido tres, dos dedicado a Reyes, su madre y otro a su hermana Candelaria.



1º.-  “A mi madre”

¡Ay qué triste son tus días madre! Quién te los quitara
Y a cambio de tantas penas, tú encontraras esa esperanza

Que la estuviste buscando, en ésta tu vida larga
Con tus muchas primaveras, antorcha que no se apaga

¿Por qué las aves al trinar, no conocen la nostalgia
Y tú siendo más que ellas, buscas la paz y no la hallas?

A las flores tengo envidia, porque son muy bien tratadas
Y su sitio siempre está, en lo mejor de la casa

Y tu venerable anciana, de cabellos negros y platas
Siendo una rosa perpetua, siempre estás muy deshojada

Me pregunto al meditar ¿porqué a ti tanta desgracia?
¡Señor, como a Job la prueba y ella llora, está cansada!

Que misterio Madre mía, quiero saber y no sé nada
Y a ti Dios yo te diría, hablándote con el alma

Que aunque torcido, tú escribas con renglones que bien marcan
Mi  frágil naturaleza, no entiende ni una palabra.

En el año 1991 siendo el día de la Candelaria, onomástica de su hermana, le dedicó el siguiente, basándose en el “pequeño mundo” de ella. Su casa y su Iglesia.

¡Felicidades hermanita! Quiero hoy de ti acordarme,
Dedicándote un poema, que a lo mejor no me sale.

Para que las musas vengan, si es que quieren ayudarme
Escucharé las campanas, seis y media de la tarde.

Hora que me desconcierta, pues siempre tengo que hacer
Y llegando nuestra amiga, se tira todo y,  a correr.

Y al templo vamos contentas, las vírgenes y los arcángeles
Pepa con su pañoleta y, su bufanda para el aire.

Al llegar al santo lugar, la emoción me conmueve
“Cagancho” lee las lecturas y, Félix las velas enciende.

“Rubialita” algo nerviosa, se pone a mirar altares
La risa loca le entra, sus zapatos desiguales.

En el suelo cae la Pepa, porque la pobre no ve
Se levanta presurosa, cuando la quise coger.

Y me dice muy orgullosa, yo no me caigo mujer
Es que quise comprobar, que no me dolían los pies.

Teresita y Catalina, son devotas puntuales
También algunas lunáticas, a Dios acuden a hablarle.

El pesimismo de Rita, contemplando a estos mortales
Dominga ríe en su silla, con sus piernas ya mortales.

En el lateral de las Nieves, está la Niña Anita y su comadre
Llegan siempre muy temprano, dándoles lugar si cabe
Hasta de dormirse la siesta, en esa soñolienta tarde.

Se me olvidaba nombrar, a un alma de mujer:
Dolores  “critobalina”, compañera también es.

De éste coro de almas buenas, con su presencia constante
Son estrellas que iluminan, ráfagas de penas y males.

Y ésta fue mi poesía, que yo quise ofrecer
Monotonía de la vida, ¡ay!, antesala de vejez.

Ese mismo año y siendo el 15 de Agosto, día de la Virgen de los Reyes, le compuso otro a su Madre, como felicitación.

Dedicado a mi madre en su santo.

Patrona de mi Sevilla, Virgencita de los Reyes
Que en la mañana agosteña, el sol te besa tu frente

Cuando sales a pasear, sonríe a tus hijos fieles
Que del Aljarafe llegan, cansados de andar por verte

Para decirte señora, que le des salud y suerte
Son peticiones del alma, tradiciones de su gente

Que en noche de clara luna, cuando el olivar ya duerme
Nunca faltaron a esa cita, los que de verdad te quieren

Quisiera ser yo, la brisa que tu carita tocase
Y estando tan cerquita, poderte pedir para mi Madre

Un nardo que tú me dieras, con su perfume grande
Porque Reyes ella se llama y como tú, es buena madre


                                              Otras de sus pasiones, las flores en el patio



Cada día me siento más orgulloso de haber encontrado, a estas personas: anónimas, olvidadas o tímidas, que por las circunstancias de la vida, jamás tuvieron la oportunidad de dar a conocer su legado. Unos  con más preparación. Otros con menos, pero todos al unísono con las mismas características, expresar sus sentimientos y sus fantasías a través de la escritura o como en el caso de Baltasar, con su memoria. Lo que si tengo claro es, que desde ahora en adelante no los voy a perder de vista. Iré de vez en cuando metiendo cositas de ellos.