miércoles, 19 de octubre de 2011

Paco Tovar


Al hacer esta entrada, era un poema nada más al pensar que título le ponía. Al final me decidí por su nombre propio, porque solo con el apellido tan concido, como es el de Tovar, nos viene a la memoria nuestro vecino pueblo de Castilleja de la Cuesta. Así os podíais imaginar que era, el "castillejero".

Pues por poner , poner, le valdrían todos. Cuando en ésta España nuestra, le dan el título o una mención especial a alguien, por sus méritos al trabajo. Nunca se acuerdan de los “anónimos”. El premiado es muy conocido, por una causa u otra. Sin embargo ¿cuántas  personas habrá al igual como Paco que se la merezcan?

Paco Tovar, conocido como el  “castillejero”, empezó sus andanzas en el trabajo, (por decirlo de algún modo) como cantante por los bares y casas de Castilleja de la Cuesta, con tan solo 4 años. La precariedad en esas fechas estaba tan acentuada, que también hacía inspirar la malicia. En este caso en su hermano mayor, que era el que se lucraba de los beneficios que el niño conseguía.

La inspiración de su cante le venía, quizás por el montón de veces que sus hermanas mayores, lo ponían a ver las películas de Juanita Reina. Al estar su vivienda adosada a la pared del cine de verano y, él subido en unos ladrillos apilados a la misma. Se fue “quedando con la copla”, es un refrán, pero que en su caso es una realidad, porque es aún y todavía se acuerda de aquellas canciones. Aunque su preferida siempre fue Juanita Reina, él también cantaba canciones de otros "copleros" como Concha Piquer.

Pasado ese verano de sus cuatro primaveras, es cuando su madre, junto con sus hermanos y él, llegan a Bormujos.

En aquellos tiempos de hambre y miseria, la única solución más fácil y cómoda que podían otorgarles a las mujeres, solas y con varios hijos. Era el meterles a los niños en un Colegio.  Con 8 años a él, junto con seis niños más de Bormujos, lo alojaron en el Hospicio. Lugar destinado a los niños huérfanos, en estos casos, de padre. Éste colegio se llamaba San Luis, ubicado en Sevilla en la calle del mismo nombre.

El Colegio, hacía las dos funciones fundamentales; la educación y la alimentación. Pero también tenían que aguantar, según manifestaciones suyas, la mala leche de los celadores. Llegándose con el tiempo a tener que cerrarlo por el mal trato a los niños. A él lo castigaban hasta hartarse. Y él ante la adversidad, optó por “pegarse” a las Monjas de la Caridad, que eran las que regentaban el centro. El ingenio como niño que era, le hizo pensar, que si se apuntaba al Coro con ellas, éstas le ayudarían con respecto a los celadores.

Agudizando más si cabe, su afición a la música y al cante. Al poco tiempo de incorporarse, lo pusieron de solista. Su estancia allí duró poco tiempo, porque su madre por problemas económicos, lo sacó del colegio para trabajar a los 11 años.

Su primer trabajo fue de panadero en la Panadería de Alonso en el año de la famosa nevada. Pudiendo de esa manera llevar a su madre su primer jornal. Cinco pesetas y dos bollos para la casa y dos como máximo que le permitían comerse a él, durante el trabajo.

Años más tarde se fue a trabajar a otra panadería, esta vez en Tomares, pero ya ganando 15 pesetas y tres bollos. El inconveniente que tenía, era que al ser tan joven y el tener que hacer el trabajo de noche. El camino hasta el pueblo vecino, estaba como la boca de un lobo de oscura. El miedo se lo comía y, prefería irse 3 o 4 horas antes. Por la tarde con la luz del sol que era más llevadero y allí, con el calor del horno, echarse a dormir en unos sacos hasta la hora de empezar la faena.

En esa época también cantaba, esta vez era, en el Coro de Campanilleros Santo Domingo de Silos, cuando el director era, José Moreno el “esparterillo”. Dándosele la circunstancia de siempre, la escasez de todo. Siendo que cuando el Coro tenía que cantar y, éste solía hacerlo en el crudo invierno de entonces. Él, no tenía abrigo con el que cubrirse y, ahí no había, ni sacos, ni horno donde calentarse. Pero como siempre hay gente solidaria, ahí estaba su vecina Dolores la de “ventera”. Dolores al ser su marido Guardia Civil y éstos en sí, en el invierno usaban una capa para abrigarse. Ella con una de esas capas usadas, le confeccionó un abrigo a su hijo Eladio y al tener casi la misma talla. Dolores le prestaba a Francisco el abrigo, para que pudiese ir a cantar.

Siguiendo con su “curriculum”, decir que después de la panadería de Tomares, pasó a la de “Niño Pedro” en Bormujos. Él esta vez no se acuerda cuanto empezó ganando, pero si de que por el tema de la mili, estuvo saliendo y entrando en la misma y, que el último sueldo en ella, era de 60 pesetas y un kilo de pan.

Aquí en la panadería y a través del teléfono de Rita, hija de Pedro Sánchez, el panadero, él concursaba en un programa de radio, llamado “Conozca usted a sus vecinos”, cuyo locutor era Rafael Santisteban. Ya en esas fechas y con el dinero que ganaba, con su trabajo de noche y el reparto del pan por la mañana, teniendo que ir con un carro hasta Gines, se podía pagar la  Academia de Baile y Cante  de Realitos en Sevilla.

Tras su paso por la emisora de radio y ganar el primer premio, en ese concurso tan popular por la radio, éste consistía en un –corte de tela para una camisa y 100 pesetas. Y la opción de participar en la final de dicho concurso en el Teatro San Fernando de Sevilla.

Este hecho en sí le dio el “salto a la fama”, por decirlo de alguna manera. Poder cantar con gente famosa por aquel entonces y que algunos de ellos aún hoy, siguen estando en boga. Como es el caso de Cristina Hoyos, en el elenco de esa fecha también estaba, Presentación Palacios, El Loreño…

Debido al éxito obtenido, la Academia le proporciona la composición de las letras de cuatro canciones (pasodobles), escritas expresamente para él. Tales como: -El Hijo de la Romera- Caminito del Rocío- Campito Andaluz- y Sol de mi Sevilla y que aprovechando la memoria que aún tiene, me relata a continuación. Diciéndome que claro está, no lo pudo grabar en un disco, al no tener un “padrino” que lo bautizase. Refrán antiguo, pero que como todos los refranes, siguen en activo. Solo le quedó la opción de cantarlos muchas veces en la Radio. Así a continuación me recitó una de esas letras.

Sol de mi Sevilla.

-Yo he nacío en esta tierra, de la gracia y el salero
-que es la sal de Andalucía, que es orgullo y honra del mundo entero.

“Aquí en esta parte de la canción, con el paso del tiempo que él estuvo de emigrante en Alemania, le cambió las estrofas, haciendo homenaje a la inmensa mayoría de españoles emigrantes allí, en esas fechas.”

-Ya llegó mi marcha a España, ya dejo yo el extranjero
-y me voy para Sevilla, porque es la tierra que yo más quiero.

-Y aquí estoy para despedirme y cantar mis canciones
-que dejo como recuerdo a todos mis españoles.

“Estribillo”

-Me voy para Sevilla bendito tesoro
-junto a la viejita, que es la que yo adoro
-besa la medalla de su Gran Poder
- y llorando pide, para verme volver

Sigue la canción.

-Siempre canté mis canciones, dedicada a España entera
-y a todos los españoles, que están fuera de su frontera…


Retomando otra vez su trayectoria laboral. Estando aún en la panadería del “niño Pedro”, ya empezaba a hacer sus pinitos en el artisteo. Le salían contratos, para cantar por los pueblos, planteándosele la situación, de que para cantar así, tenía que sacarse el “Carnet de Artista”. Lo examinan para el mencionado carnet, y lo aprueba. Y es ahí donde viene la contradicción de la precariedad de esos tiempos. Al no tener las 100 pesetas que costaba retirarlo, se quedó sin él.

En estas salidas por los pueblos, él solo podía actuar en los más próximos, debido es, que al estar más retirados de Bormujos, él no podía volver con el tiempo justo, para trabajar en la panadería. Su madre apreciaba más, el jornal seguro y el Kilo de pan, que lo que pudiese obtener cantando.

Una de las veces que fue a Gines a cantar, le ofrecieron la posibilidad de trabajar en la panadería de la “Niña Herrera”, siendo esa vez, su primera cotización a la Seguridad Social. En las anteriores, jamás lo aseguraron.

Después de la “mili”, fue cuando se decidió emigrar. Entonces no se iba a la aventura, él iba contratado desde aquí a un Centro de Metalúrgica de Aluminio. En ésta ubicación, solo estuvo año y medio. De ahí lo pasaron a una factoría mayor en Frankfurt, donde se queda hasta, que por las circunstancias familiares, tras 19 años en Alemania, se tiene que venir.

                                            Ayuntamiento de Frankfurt

Como su añoranza de :su España, su Andalucía, su Sevilla, su Bormujos, le embargaba el corazón tanto. Se refugiaba en lo que mejor sabía hacer, recordarla cantando. En esas noches de nostalgia, añoraba su casa, aunque humilde pero con patio con flores y un jazmín. Según dicen todas las personas que por cualquier circunstancia han tenido que estar fuera de su casa, los olores, les transportaban a esos recuerdos. En Alemania no había ni jazmines ni azahar. Solo con ese olor que le viene a través del pensamiento, se acordaba de la Semana Santa, con el azahar y de la Feria de Bormujos, con el olor del jazmín. En las noches de verano, aunque calurosas, pero muy nuestras y que allí, no había.

                                          El Azahar,  en el mejor lugar.

Los fines de semana, empezó a cantar en la Casa de España. A través de la cual lo llegó a conocer el Consulado Español de Emigración.

El Consulado, contaba con Francisco, en cuantas ocasiones y eventos, el mismo organizaba. Al ser muchos los españoles emigrantes, en esas fechas allí. Organizaban galas y actuaciones, llevando artistas desde España y entre los cuales, siempre contaban con el “castillejero” . Teniendo así la oportunidad de relacionarse con famosos como: Bobi Deglané, Fosforito o Micaela. Uno de estos eventos organizados por el Consulado, fue el concurso de la elección de Miss  España.

Ya por esas fechas él estaba casado con María, conocida por la del “merino”. Ella no cantaba, pero iba con él y  a veces ayudaba en los coros. Fue cuando empezaron a cantar los fines de semana por: bares, reuniones, bautizos, bodas, salas de fiesta… De esa forma se fueron ganando unos “marcos extras”, que después a la hora de volver de nuevo a España, les vino muy bien.
  

          Barrio típico de Frankfurt.

Francisco también en innumerables ocasiones (por desgracia), tuvo que organizar alguna que otra actuación, por el hecho de contribuir económicamente, al grandioso coste que suponía, el repatriar un español fallecido, a su tierra. Allí al igual que aquí, en esas fechas, no habían seguros que abarcasen, traslados fuera de España.

Uno de sus últimos trabajos en Frankfurt y, a través de un amigo, se instala en una vivienda situada en pleno centro de la ciudad. Esta casa conllevaba el tener que hacerse cargo de una “peluquería canina”. Es en ese punto cuando él decide aprenderse el oficio, que más tarde a la vuelta a España, le vino, que ni pintado (dicho popular).

Al volver de Alemania con los “marcos extras”, ganados junto con su mujer, en el mundo de la música y el baile. Compran varias casas, la primera para su madre y así sucesivamente. Llegan a instalarse en un chalet en Tomares. Instalando como no, una peluquería canina.

En esas fechas de su vuelta a Bormujos, retoma su actividad en el Coro de Santo Domingo, llegando a componer una canción dedicada a nuestro patrón Santo Domingo, llamada, “En el Centro del Cielo Celeste se encuentra Bormujos…
Coro de Campanilleros Santo Domingo de Silos

En su estancia en Tomares y a través del Bar que montó, empieza la gente a conocerlo y sobretodo, conocer como canta y como compone. Y por alusión al blog, referente a los "motes", en Tomares le pusieron "Alegre". Su afán por la música, le hace crear un Coro de Campanilleros, siendo el su director, llegando a grabar cuatro discos. Los inicios fueron con letras y música de su antiguo “Coro” el de Santo Domingo. Al incorporarse a su coro Manuel Martín Peón, fue el que a partir de entonces ( y aún sigue), fuese el artífice de todas las “letras de las canciones propias”. Siempre con la ayuda de Paco, en los arreglos musicales. A pesar de su mal estado físico el “castillejero” aún sigue siendo su director.

Como la memoria le va fallando, (como a la inmensa mayoría nos pasa), es su mujer María, la que me cuenta que llegó a componer también una canción en la que él, hacía de solista, dedicada como no, a su Bormujos de su alma.

Bormujos del que nunca se olvidó en ningún momento, lo llevaba tan adentro allá en aquellas tierras tan lejanas que dice en palabras textuales: me “tallé” (pudiéndolo haber hecho en Castilleja) en Bormujos, me case, nació mi hijo, volví a casarme en las “bodas de plata” y quiero morirme aquí también. Ya que tras su tiempo vivido en Tomares y vender su casa allí, se compró una casa en el Bormujos de su alma. Pero antes dice que le gustaría, poder celebrar las “bodas de oro” con su María, que tanto quiere.   

Para que no le falten los jazmines, que le inspiraban recuerdos.
Ahí los tiene de varios colores...

1 comentario:

José Manuel T. B. dijo...

En primer lugar, felicitarte por el blog;y decirte que ya había oído algo sobre la dura vida que le ha tocado vivir a este hombre, pero, evidentemente, mi narrador se quedó corto.Mi más alto reconocimiento para este hombre,su lucha y su aportación a la difusión de nuestra cultura. Señor Tovar,vendría Usted al mundo en Castilleja, que tampoco es mal sitio; pero, en el diario vivir, tan bormujero como "Santomingo".