viernes, 30 de octubre de 2009

Plazoleta del Cano - 1ª parte

Esta singular plazoleta, también tenia su encanto particular, al ser como digo yo, enclave de cruces de caminos. Por un lado los que venían de la calle de la "botica", actual calle Sevilla y, por otro lado los pro-vinientes del "Callejón Culilo". Y otra vez vuelta a lo mismo, poco espacio en el terreno -físico-, pero cantidad de familias con muchos hijos viviendo en pequeños habitáculos.
Al ser así, también al igual que los corrales antes mencionados, era sitio atractivo para esas personas que se dedicaban al entretenimiento, (por decirlo de alguna manera), de la gente, debido en principio a que por aquel entonces no había tanto donde distraerse como hoy en día tenemos sin tener que salir de casa.
Se acuerdan ustedes del tío que venía con una especie de atril, que situaba delante de la casa del "lego", más bien a la esquina, -antes no había esa escalera tan ancha-, pues bien este señor ponía en el atril mencionado, como un cartel grande con unos dibujos en colores, simulando escenas de una tragedia en una mina, ¿ os acordáis ?.


Mineros


Nos cantaba siempre con la misma cantinela, todo lo que según él había ocurrido, para así llegar al sentimiento de la gente y de esa manera dar lastima. El final no era otro más que el pedir dinero, para socorrer él a los dañados. También de vez en cuando venía otro de Tomares que simulaba, estar invalido de las manos, según él, por un accidente en el trabajo y mostraba los brazos y las manos, con defectos. En su papel los movía como con dificultad, para también recabar la pena en la gente que lo escuchaba y como no,pedir, para remediar esa pena. Pues bien también se acordarán que inmediata mente que terminaba de recoger (su premio a tal actuación), cogía la calle arriba con dirección a Tomares, al principio igual que estaba, pero a la altura de Amparo la de " pelacho", casi por arte de magia, perdía la mencionada invalidez y, ya en la cruz metía mano a correr, para evitar que la gente se le echase encima, al sentirse estafados, ¿se acuerdan?. Eso se daba mucho en las confluencias de las plazas, donde habían mucha gente, como en el caso que nos ocupa. También venían los famosos "trile ros", los que hacían juegos con tres "bolitas", levantando una especie de cubitos, e incitando a la gente el averiguar donde estaba la bolita. Y como no tampoco faltaban por aquel entonces - no allí concretamente- los del timo de la "estampita". De hecho no hará más de diez años, a una mujer del barrio de "la cruz", se la pegaron y le sacaron un buen dinero. Ustedes saben cual es. No hace falta que yo se los recuerde.
Como todo no iba a ser tragedias también teníamos, nuestra confitería ambulante, -como todo lo de entonces-, se vendía por la calle. Para tener teníamos, tres pasteleros, cada uno muy singulares en si. Baldomero por ser el más mayor, conocido como " el de los pastele", Andrés el de la "grilla" y, otro que venía de Tomares, ¿se acuerdan?. Digo esto porque la gente que vivía antes por allí y ahora ya no, siempre me recuerdan lo de la memoria, en plan positivo, para mi es fundamental, recordar, pienso que es una manera de tener la mente activa y, evitar en lo que podamos al -"alemán ese que nos acecha"- desgraciadamente.
Espuerta de goma con "chochos"
Pero no nos pongamos trágicos, sigamos recordando por ejemplo en el verano a la "toquita", con los chochos por la tarde y como no al que vendía la "meloja", en aquellas cantaras galvanizadas. Como todo se vendía por la calle, teníamos todo tipo de ventas por ejemplo: las gafas, ¿y se acuerdan del pregón?.
A ver si le suena, (gafas de vista cansada buenas gafas), era una óptica ambulante, solo que esta vez se componía de una cesta grande de mimbre, llena de todo tipo de gafa.
Gafas a granel.
Y Miguel Chaves que venía de Castilleja de la Cuesta a vendernos "aceitunas", con aquel carrillo que lo traía al revés de como normalmente es un carro, sería así por la característica de la cavida de los distintos barreños con las aceitunas, tanto gordales, cocidas y aliñadas, como él pregonaba.
Aceitunas cocidas y aliñadas.
Como verán en ese (cruce de caminos), no faltaba de nada.
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Próxima entrada la 2ª parte de la plazoleta.

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