sábado, 13 de octubre de 2012

Los ignorados en...

Los ignorados como, Dolores y Juan, su esposo, son ignorados, en el aspecto de su afición de escribir poesías. Afición que llevan en común,  desde hace aproximadamente seis años.
 
Si decimos el nombre de ella, seguro que como tal en sí, casi pasaría desapercibida, Dolores Vázquez Riego. Sin embargo, si decimos Dolores hija de “palito dulce” y de Salud la “del tuerto”. Seguro que en seguida la ubicareis, en una familia de cuatro hermanos, siendo ella la única hembra de los cuatro. Y por eso comenta ella, que también la conocían a nivel familiar como, “la niña Salud”.
Casada con Juan Franco Gaviño, que aunque le apoden de dos formas distintas como: Juan el de la “Paca del Gordo” o como Juan “El Cabeza”, quizás lo conozcan mejor, por el trabajo que realizó durante mucho tiempo en el Ayuntamiento, como sepulturero.
Primero empezó a escribir, Dolores y con el paso del tiempo y, tener más días de ocio, después de jubilarse, también él hizo lo propio de expandir sus dotes literarias.
Ella cuenta que su inicio (aunque ya desde niña componía, de memoria, aunque nunca lo escribió por no saber hacerlo) fue precisamente un día de Viernes de Dolores, hace casi seis años, que en vez de estar celebrando su onomástica. Se encontraba en una cama del Hospital Virgen del Rocío, esperando que la viniesen a recoger para anestesiarla, para la operación de corazón a la que fue sometida.
Según cuenta Dolores, esa madrugada previa, casi no pegó el ojo, con el nerviosismo de que por la mañana temprano la intervendrían. Cuando al rayar el alba y mirando hacia la ventana vio sobre el alfeizar de la misma, unas palomas revolotear.
Ahí fue donde le vino la inspiración de la que fue, su primera poesía (como ella dice) que como dato curioso decir que cuando el médico entró en la habitación, se la encontró recitándola. Instándola a que la dijese otra vez antes de llevársela para el quirófano. Y dice así:
Una Paloma mañanera
en la ventana me despertó
Anunciándome que era mi santo
y que me operaban del corazón.
Le pedí a mi Virgen de los Dolores
y al Divino Salvador
Que a la doctora Hernandez
le diera mucha vida e ilusión.
Para que pudiese operar
a todos aquellos enfermos
que padecen como yo,
del corazón.
 
Pasado el periodo de recuperación, es cuando Dolores decide incorporarse a las clases de adultos. Comentando que el profesor Manolo Mora, fue el que la animó y, esta vez a través de la escritura. A seguir con su afición de las poesías. Teniendo en su haber, infinidad de ellas, dedicadas a todos los eventos: familiares: nacimiento de hijos, nietos y sobrinos, amén de comuniones y bautizos; religiosos: dedicados al Señor y a la Virgen en todas sus advocaciones; deportivos: dedicado en especial al “Betis”; al Coro de Campanilleros Santo Domingo, al cual pertenecen ella y su esposo desde hace ya muchos años…
Según me comenta Dolores, es por la mañana al clarear el día, cuando le viene la inspiración (que antes tenía que retener en la memoria) se levanta y la escribe, así nunca le puede traicionar la memoria. Porque lo que está escrito, escrito está. Siempre le estará agradecida a su profesor en las clases de  adultos, por ayudarla y animarla a escribir. Dice con mucha gracia, que tiene muchas faltas de ortografía, pero que ella lo entiende y recita a su manera. Esta escrita por ella, bien podría reflejar la actual crisis, aunque la escribiese hace seis años, y dice así:
El Deseperao.
Maldito sea el dinero
maldito el que lo inventó
para que quiero tanto dinero
si me estoy muriendo yo
Estoy triste, estoy perdiendo
la ilusión y la alegría
¡Ay! ¡Señor! ¡Señor!
llevame contigo algún día.

Porque lo que le pasa a ella, como a infinidad de personas anónimas en este campo es, que el sentimiento que ponen en cada estrofa, va por encima de todo tipo de -faltas y caligrafía- en sus escritos.
Pensando quizás en los nietos, escribe una nana, que dice así:
 
Nana para mi niña que es la más bonita.
 
Niña chiquita no llores más
que los Reyes te traen
juguetes en Navidad.
Esta niña chiquita
su madre la quiere mucho
y dice que le va a comprar
de caramelos un cartucho.
La reina de mi casa
es mi niñita
duérmete poco a poco
cara bonita.
Esta niña está llorando
y no se puede dormir
su madre le va hacer
la camita en el jardín.
Pajarito que canta en el almendro
no despiertes a mi niña
que está durmiendo.
 


Y como dice un antiguo refrán popular: -Dos que se acuestan en el mismo colchón, se vuelven de la misma opinión-. Juan no podía ser menos, a él también le entro (la venate-como diríamos vulgarmente) la afición de su mujer, de escribir poesías, incluso atreverse a leerlas públicamente.
Por eso voy a ponerles una dedicada a la Virgen de los Dolores.
 
Eres princesa en Bormujos
eres jazmín azucena y nardo
llena de primor y encanto
no se que te pasa a ti
que lloras por tus hijos tanto.
Eres Reina de los Cielos
y de Bormujos Señora
eres calma en sus anhelos y alegras
tus desconsuelos.
Bella flor sonrosada
y eres llanto Madre Amada
que brota de tu corazón
que el pañuelo lo recoja
descubriendo tu mirada.
Virgen de los Dolores Celestial
auxiliadora por ángeles protectores
cuidános a todas horas
e inundános de fragancia
eres tesoro en Bormujos
como la Aurora te llaman
cuanto más bella eres
más dolorosa el Alma
te conmueve y se confía
al escuchar tu nombre
Virgen María

.
Es digno de admirar de ambos, el hecho de que tengan la valentía de exponer públicamente sus escritos. Sin temor a críticas subjetivas, sobre sin tienen más o menos faltas ortográficas en los mismos.
Juan el de la Paca, casi siempre los escritos, van dedicados al Cristo de la Vera Cruz y a la Virgen, sea cual sea su advocación.---

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