Con más glorias, que penas,
transcurrió la 36 + 2, peregrinación de la Hermandad del Rocío de Bormujos a la
Aldea Almonteña.
La Carreta esperando al Simpecado.
El júbilo y la emoción era
palpable, ya desde la mañana bien temprano, para coger buen sitio en la Misa de
Romeros.
Una Eucaristía preciosa y muy
rica en contenido, simplemente por el hecho de estar más recogidos, (si cabe)
ya que al igual, que en la peregrinación del 36 + 1, la carreta, esperaba
fuera, la incorporación del Simpecado.
Este hecho que en nuestro
pueblo solo lleva dos años en vigor, se da en casi el total del resto de las
Hermandades Filiales. Salvo excepciones, (claro está) el Simpecado de la
Santísima Virgen, es portado por los hermanos, desde el Altar de Cultos, hasta
su colocación en la Carreta, situada justo delante de la puerta de la
Parroquia.
Situándonos en la Misa de Romeros,
nuestro MJ, plasmó muy bien su homilía, ajustándola al cometido, de lo que en
realidad, es y debe ser, la peregrinación.
Muy importante a destacar, la
participación del pueblo en “masa”, en el acompañamiento en todo momento a la
carreta, portadora del Simpecado de la Virgen.
El Simpecado en la Plaza.
Siendo motivo en muchas
ocasiones durante el recorrido, las paradas, bien para visitar a los enfermos o
porque los distintos organismos de nuestro pueblo, la agasajaban con ramos de
flores. Yo particularmente estuve presente en dos de esos momentos, uno cuando
el Coro de Campanilleros Santo Domingo, le hizo entrega al Hermano Mayor de un
ramo, en la misma plaza, justo a la salida y otro, ya en la carretera, al Grupo
Joven de la Hermandad del Santísimo.
El pueblo arropando al Simpecado en la carretera.
Otro de los momentos históricos
de aquel día fue, la llegada al Convento de las Hermanas Dominicas. Disfrutaron
de lo lindo, porque no solo se conformaron en cantarle la Salve, también
participaron y mucho, cantándoles sevillanas al igual, que el resto del pueblo.
Este año, según me comentó
nuestro MJ, ha sido un tanto especial. Destacando el digno comportamiento de
los peregrinos dentro de la Casa Hermandad. Manteniendo en todo momento el espíritu
de convivencia e igualdad entre todos.
Y el culmen y primordial de
todo, el Lunes de Pentecostés, cuando la Santísima Virgen del Rocío, a través
de los Almonteños, tuvieron a bien, por primera vez en los 36 +2. De abrir
hueco entre la gente, para que el Simpecado de Bormujos, llegase a casi
tocarla. Permaneciendo mucho tiempo entre los bormujeros.
Pues bien, todo ha salido
mejor de lo que se esperaba, todo el que ha ido viene muy contento y todo según
nuestro particular MJ, “ha salido a pedir de boca”, recurriendo como siempre al
refranero popular.
….Todo muy bien…hasta, que
según, los mal pensados. Nuestro MJ, metió la pata, (por decirlo de algún modo)
al decir unas palabritas en el Vado del Quema.
Según MJ, su frase, no estaba
precisamente en el contexto, que ellos quieren ponerla y, que precisamente a
él, lo han felicitado por la misma. Sin embargo los agoreros (como siempre),
ven la botella casi vacía, al contrario de los que la ven, casi llena. Siendo
la misma.
Mi amiga Dolores, rociera desde niña, me comentó, que su promesa más dificil sería, decirle a la Virgen, este año virgencita, no puedo venir a verte.
La lectura que yo
particularmente haría, sería, la de ver, la botella casi llena, porque hoy día,
el ser pesimista, ya es demasiado, con lo que nos están dando a diario en todas
las televisiones e informativos, con el temita de la crisis. Muchas veces nos
entran ganas, de ponernos al mundo por montera y que lo que tenga que pasar,
que pase, pero que nos dejen tranquilos.
Así que lo mejor para terminar
sería, escuchar a nuestro MJ, con el montón de “Vivas a la Virgen” y Salves,
rezadas y cantadas, durante este 36+2.
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!
¡VIVA EL PASTORCITO DIVINO!
¡VIVA LA HERMANDAD DE
BORMUJOS!
¡VIVA BORMUJOS!
¡VIVA BORMUJOS!
Pasado el Rocío, ya las esperanzas de nuestro pueblo están puestas, en el novedoso y extraordinario 36 + 2, CORPUS CRHISTI. El año pasado por enconterarme en Lourdes de peregrinación, me perdí el 36 +1.--
Quizás nos encontremos la sorpresa de ver las calles de nuestro pueblo ese día, como esta plaza de Tenerife.
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