lunes, 22 de noviembre de 2010

Hemos pasado....

Hemos pasado en tan solo un mes, desde el 23 de Octubre al 23 de Noviembre, de una especie de letargo o permisividad a un estado de semi- euforia y de esperanza.
El 23 de Octubre estábamos con la semi – euforia al ser el día que por fin y tras el largo letargo de espera de la apertura de nuestro sagrario, pudimos disfrutar al verlo abierto al culto.
Ahora mañana día 23 , los “neveros “ y los “pelones”, están con la esperanza puesta en el Delegado Diocesano de Hermandades. Y ver al fin culminadas sus esperanzas de ver restituidas sus Hermandades al culto.
Este paso por parte del Arzobispado de Sevilla, sería un hito en la historia de aquel Bormujos de hace cuarenta y pico de años. Llegar a recuperar aquel esplendor de antaño con las dos hermandades. Es más, ahora contando con el ímpetu y las ganas de la gente joven, jóvenes que a raíz de esta iniciativa quizás encuentren la senda o el camino de vuelta a la casa del padre, como se dice en la parábola del hijo pródigo.
La Iglesia creo que sabrá aprovechar y canalizar bien estas inquietudes y de alguna manera volver a atraérselos.
Desde aquí pido a todos los rosarieros y neveros que puedan estar mañana presente en tal acto, para que el Sr. Delegado, vea esa inquietud y pueda transmitírsela al Sr. Arzobispo.
Y que nadie tema que la restitución de las dos hermandades, vayan a ir en detrimento de las ya existentes. El pueblo es grande y sabe dar a cada una su sitio. Comparándonos con otros pueblos como por ejemplo; Gines o Tomares, ambos tienen las mismas hermandades que quizás podremos tener nosotros. Los dos tienen una hermandad del Rocío, una hermandad de Semana Santa, una hermandad del Rosario (en el caso de Gines) y una hermandad de San Sebastian en el caso de Tomares. Al decir esto es por poner casos similares a los que nos podemos encontrar. Pues no pasa nada, cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa.
Esperemos como (agua en paño) a que el resultado de la visita del Sr. Delegado mañana, sea del agrado de todos. Yo particularmente les propondría que una vez que se supiese la “buena nueva”, tocasen las campanas y como pedir no cuesta nada, pedir (como si de un referéndum se tratase), que se pudiera hacer un rosario por las calles de nuestro pueblo, conjunto con todas las hermandades, las existentes y las restituidas. Señalar un día para eso y hacerlo sucesivamente todos los años a partir de este. Esto marcaría a nuestro pueblo como una verdadera HERMANDAD. Todos a una.

Nota: Si esta propuesta se llevase a cabo, yo instaría a todos a la asistencia, los de una parroquia y los de la otra y, a los coros, cada uno con su estilo, darían el acorde perfecto para tal acto.
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1 comentario:

Inés Morán dijo...

Buenas, seguimos con interés tu blog y lo tomamos como fuente para algunas de nuestras publicaciones. Espero contar con tu colaboración en el reciente medio de comunicación de Bormujos.

Un saludo
http://www.bormujoshoy.es/