lunes, 19 de abril de 2010

Ya Huele a Feria

"Caballistas en el Real"


Bien digo huele, para seguir con los olores de esta primavera bendita que disfrutamos todos más los que vienen en estas fechas a Sevilla.
En la entrada anterior decía que Sevilla es un compendio de muchas sensaciones juntas. Acabamos de salir de las penas de la Semana Santa (según la sentimos los de esta tierra), mitad tragedia, mitad resurrección y ya casi de inmediato, olemos a Feria.



"Casetas "


Y es que si quisiéramos recordar tantos y tantos olores que se nos vienen a la memoria, que nos hacen recordar tiempos antiguos. ¿Quién no se acuerda, nada más que el salir de tu casa para Sevilla, con el olor a “filetes empanaos” o a esa “tortilla de papas”, que nuestras madres nos preparaban, para echar el día en la Feria. O el olor a las tómbolas donde el premio era “un bastón de caramelo”. O ese olor a “vino viejo”, que los muñecos asturianos, pisan constantemente y que junto con el barquillo para mojar, te dejan en la boca ese sabor dulzón. Olor a los “piñonates y garrapiñadas recién hechos”. Olor a “turrón del duro”, aquel que lo cortaban con un hacha pequeña. Olor a “coco”, cortado a trozos y mojados en agua. Olor al “carburo” que daba luz a los puestos de turrón de entonces. Olor de los puestos de las “papas fritas”. Olor de los puestos de las “gambas” y “camarones que despachaban en cartuchos blancos. Olor que salían de los “bocois” en la calle de los vinos, como se les decía antes a lo que hoy definen como chiringuitos. Casi todos eran de nuestro pueblo, yo me acuerdo de Mateto y de Simeón, donde te permitían llevar la comida de tu casa. Hoy en día la ruta del vino se le llama a visitar los distintos pueblos del aljarafe probando el mosto. Pero en la feria de aquellos tiempos la ruta del vino era esa calle, situada entre la calle del infierno y el final de las casetas. Olor al Circo, una mezcla entre olor a “tierra albariza mojada” o el que desprendían los animales que estaban en los corrales anexos. Y el olorcito a “algodón de azúcar?
¿Y los buñuelos que hacían las gitanas olian?
Antigumente las chocolaterias con los "calentitos" incluidos no existían, pero estos en si, nunca faltaron y por lo tanto también teniamos ese olor a masa frita, que hacía recordar el final de la fiesta.
Y por último la incorporación del "pescaito frito", de un tiempo a esta parte el día de la prueba del alumbrado.


"Coches de caballos"


Yo recuerdo de niño cuando mi padre me llevaba a la feria. Siempre íbamos los jueves, porque era el día que él tenía que ir a Sevilla a la compañía por el tema de los seguros. Pues bien el día era completísimo, salíamos muy temprano, después de terminar él con sus papeleos, ( lo hacía rápido ) pero a mi me parecían siglos y que nunca íbamos a llegar. Llegamos y lo primero que visitábamos era la Feria de Muestras. ¿Se acuerdan que se celebraba alrededor del Casino de la Exposición? Probábamos todas las degustaciones de café y recorríamos todos los pabellones de los distintos países. De allí a las calles del ferial a ver los coches de caballos y las casetas y después al “bocoy” de Simeón a comer. Un ratito al parque de Maria Luisa, creo que sería para descansar un poco o para hacer tiempo de la entrada al Circo. Cuando salíamos del circo una pequeña vuelta por los cacharros y tan contentos para casa. Comprábamos turrón y andando hasta la parada del autobús.
No se si les parecerá tonto o no, pero la feria para mi empieza por la parte de los tenderetes, cacharros, chiringuitos, puestos, circos, atracciones y después todo lo demás.



"La Noria "


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1 comentario:

Edy dijo...

Paco me encantao,tu descripción ha sido tan buena,que me ha parecido estar ahi.
Ahora...como se nota que somos de buen yantar.
Ahora si,animate y haz entrada más continua,por que de verdad que lo haces muy bien.