miércoles, 16 de diciembre de 2009

Llegamos al "Barrio de las Palomas"

Por fin llega el coro a la esquina, entre la Avenida del Aljarafe con la calle Manuel Esquivias. En este punto antiguamente, había una casa que la llamaban "venta del sevillano" y, supuestamente era donde el pueblo acababa. Y era donde el coro, pasando primero por la esquina del Bar los " caracoles", daba la vuelta, ya que daba por terminado esa parte del pueblo.
Lo que en aquellos tiempos se conocía como Barrio de las Palomas, como ya les dije en la entrada anterior, sólo consistía en una sola calle y con viviendas en la acera derecha nada más.
Bién aunque les relato el recorrido que hacía el coro, también decirles que frente a este barrio viejo, se empezaba a configurar el nuevo, con casitas adosadas y, mas tarde con dos bloques de pisos que iban en la misma fecha que las casitas y casi 20 años después con otros dos, son los que conformaban entonces, lo que empezaron a llamarse en su total, La Blanca Paloma.
Por eso les decía lo del barrio (viejo y el nuevo). con el tiempo, desaparecieron los olivos de ese entorno y, al mismo tiempo crecieron las viviendas y hoy es una gran manzana, la que comprende este barrio.
Bien en este punto del pueblo y en el otro extremo viniendo de Bollullos, eran por donde entraban los vendedores, con sus mercancías, al igual que en las plazas o corrales que ya les relaté anteriormente.
El otro día visitando a un amigo, que lo han operado de la cadera, se encontraba con él, "oñito" el del "cuervo" y, empezaron a decirme entre los dos refranes y pregones, que yo los fui recordando a medida que ellos, a voz en cuello me relataban. También "oñito", me dijo un mote que tenía su hermano Pepe y, que fueron ellos mismos en la familia los que se lo otrogaron. Este mote que le pusieron es "guarda- olla" y, el porqué. Según cuenta su hermano se debía a que cuando venían de trabajar en el campo, siendo niños, pasaban mucho frío claro está, según decía él, buen sabedor del entorno, no tenían mucha ropa de abrigo, ni tampoco mucha grasa en la barriga, que les diese calor. Por tanto cuando llegaban a casa, su hermano lo primero que hacía es abrazarse a la olla, en la que su madre, (preparaba la comida), para calentarse. Eso servía de mofa, para el resto de hermanos y, por eso le pusieron el dichoso motecito.
"almendras tostás"


Pero sigamos con lo de los pregones.
El de las almendras y los piñones.
El de las almendras me lo recordó "oñito" y según el decía así.
¡ Que buena las almendras "rica y tostá"!
Te doy 5 a la perra chica.
10 a la perra gorda.
15 a las tres chicas.
20 a las dos gordas.
y si quieres más, te doy 25 por un real.
¡ Que buena y que rica llevo hoy las almendras !
¿Se acuerdan?, ¿A que es bueno recordar?.
"piñones"


Pues el otro amigo, Manolito el de "ramire", se refirió al de los piñones, diciendo así.
El niño de los piñones el que vine por ahí,
fijarse bien en la cara,
donde tiene la narí,
la tiene en medio en medio,
con dos bujeros delante,
y su abuelo le dice,
hay que niño mas tunante.
Porque se sube a los pinos
y me rroba los piñones
y se los vende a las niñas,
para robarle los corazone.
¡ Tostaos y gordos son mis piñones !
También se acordaran de la latita, llena de bollos que tenía para la medida, cuanto mas bollos, menos piñones, nos daba.



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