No
hay dos sin tres, es un refrán antiguo muy utilizado siempre al referirnos a
que pasan tres cosas juntas.
Y
en este caso que quiero relatar, las tres son buenas.
Esperábamos
la llegada de nuestra nieta, quizás una semana antes, pero por las circunstancias
del trabajo de mi hijo, no pudieron hacerlo.
Por
eso digo lo del título, esperándola desde el día 15 y llegaron el sábado 21.
Día en el que pasaba Nuestra Santísima Virgen de los Dolores y que por la noche
también entraba el Otoño. Tres momentos juntos.
La Virgen en la esquina de Severo Ochoa con Ramón y Cajal.
De
los tres, solo el Otoño se quedó. La Virgen solo tuvimos unas horas de
disfrutarla y despedirnos de Ella, hasta el año que viene.
Mi
“estrellita” Deneb, a pesar de su poca edad (seis meses), llegó a la misma hora
en que La Virgen pasaba junto a nuestra casa y cuando se marchó con sus padres
a los pocos días. Nos dejó con “el mono” y la nostalgia de volverla a tener en
nuestros brazos.
“Una
muñeca” decían los familiares, amigos y vecinos cuando la vieron. Simpática y
que se dejaba coger por todos los que tuvieron la suerte de conocerla.
En el patio de mi casa con la pelota.
Se
fue y desde entonces, hacemos como los “rocieros”, cuando apuntan en una
pizarra, los: meses, días y horas, que les faltan por verla de nuevo .Dios y la
Virgen, la sigan bendiciendo como hasta ahora lo han hecho. - (Iremos a verla después de las fiestas del Rosario)-.
Pero
también que lo hagan con todos los niños del mundo. Ya que desgraciadamente es
horrible las cosas que nos enteramos que ocurren y que se da las circunstancias,
de que los que pierden siempre, son los
más débiles.
Bello cartel con la imagen de Nuestro Señor.
Y
para cambiar de tema. Diremos como el sábado pasado dijo el Sr. Obispo en la
Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. “Estamos en Misión”.
Momento antes de dar la bendición.
Misión
que no es otra, que la que el Papa Francisco lleva anunciando desde que lo eligieron
como tal.
Hay
que ir a la gente, hay que buscarlos allá donde se encuentren. Como todo pastor
cuando se le pierde una oveja. Deja a las demás solas, mientras busca a la que
se perdió. Y como dicen en las escrituras, cuando la encuentra, lo celebra por
todo lo alto, invitando a todos a celebrar el acontecimiento con El.
Los
que tenemos ya una edad entre los que me encuentro yo. Este hecho de la “Misión”,
como se llama ahora. Lo vivimos ya hace por lo menos cerca de 40 años.
El Papa Juan XIII
o el Papa bueno como el mundo entero le decía.
Lo
puso en marcha el Papa Juan XXIII y lo terminó el Papa Pablo VI. Pero que con
la llegada del Papa Juan Pablo II, el proyecto se vino abajo y todo quedó, solo
en eso, un proyecto. Así que llevamos cuarenta años de atraso con respecto a
los pensamientos de los Pontífices de aquella época. Esperemos que ésta vez sí,
siga adelante ya que también los tiempos y las formas de pensar cada vez, son
más comprensibles.
Y
por fin llegó el disfrute para los “pelones”. Ayer fue el Pregón y, después la
comida de Hermandad. Y como se dirían en (otros términos), el calentamiento de
los ánimos, para toda una semana llena de: emociones, anhelos y suspiros.
La Virgen en su camarín, preciosa como siempre
a la espera de la semana intensa de emociones.
"VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO"
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