Ya estamos en el décimo mes del Año de la Fe. Y no paramos
de vivir momentos inolvidables en nuestro pueblo.
Los cultos a la Santísima Virgen de las Nieves, que han
tenido lugar durante los días 31 de Julio al 5 de Agosto. Han sido uno de esos
momentos, a los que yo llamo, inolvidables.
Aunque al inicio de los mismos, concretamente el día del
Rosario Vespertino, la gente pareciese reacia, ha incorporarse a los mismos. No
deja de ser una característica que tenemos los Bormujeros de llegar un poquitín
tarde. Siempre esperando el último empuje. Empuje que llegaron con los días del
Triduo. Siendo estos días previos a la salida de la Virgen, los que fueron
consiguiendo aumentarles el ánimo y el ansia cada vez mayor por vivir el momento
sublime. Ver a la Santísima Virgen de las Nieves, pasear por las calles de
nuestro pueblo.
Preciosa salida de la Virgen a la hora que marca el reloj.
Y el colofón de todo lo vivido anteriormente, quizás fuese
celebrar el día de la onomástica de la Virgen, con el solemne besamanos.
Destacar también la participación ciudadana en la ofrenda de
alimentos en la mañana del domingo.
El paso de la Virgen iba exquisitamente preparado. Al
parecer (según decían los hermanos) el manto lo habían tenido guardado en
distintas casas de ellos, durante los casi 50 años de su confección. Ya que la
Santísima Virgen, nunca llegó a estrenarlo.
Una de las petaladas de flores en la esquina de "peneque"
Una vez más mi amigo Juan Antonio y Rafael, han conseguido
hacer resaltar la belleza de la imagen de la Virgen. Que como dato curioso de
ésta preparación es el detalle de los Angelitos que la Virgen tenía en su
peana, con la cinta de la bandera de la Hermandad en la derecha y el del la
izquierda, con la cinta de la bandera de la Hermandad de la Inmaculada
Concepción de Castilleja de la Cuesta. Hermandad en la que Rafael Villadiego es
hermano y vestidor de la Virgen.
La Virgen en las cuatro esquinas.
A pesar de la premura por el tiempo para llegar a tiempo a
la Parroquia en los últimos tramos. Esto no restó solemnidad a todo el
recorrido de la procesión. Destacando quizás uno de los momentos más especiales
de la misma, la esquina de “peneque” en la confluencia de las cuatro calles. La
labor maravillosa de los capataces y costaleros que llevaban el paso. Hicieron
sacar a la gente los mejores “vivas” y “vítores”, para con su Virgen de las
Nieves. Entre estos vítores quizás más destacable sería la de innumerables veces que durante todo el
recorrido de la procesión los devotos y devotas le cantaron el Himno compuesto
expresamente para la Virgen antiguamente. Por eso quizás lo hicieron tantas
veces. A lo mejor querían emular el cantándolo una vez, por cada año que llevan
sin verla en la calle. La verdad no creo que nadie fuese contándolas, pero
fueron muchas. Dato que nadie puede evitar, ni tampoco tiene el porqué de
hacerlo. Ya que esa es una manera de expresar los devotos sus propias emociones
y quizás también sus anhelos y sus penas de pensar en sus seres queridos, que
ya no están para vivirlas.
La presentación de la Santísima Virgen
en la Capilla de la Virgen del Rocío.
Esperemos como dice nuestro querido MJ, que éste ánimo no se
apague y que entre todas las Hermandades de nuestro Bormujos, sean como una
“piña”, juntos todos, pero no revueltos.
Y como dije en la entrada, vamos por el décimo mes del Año de
la Fe. Nos queda el mes once con la Virgen de los Dolores y como colofón. El
més último con la salida procesional de la Santísima Virgen del Rosario. Que
por casualidad la fecha cae en las mismas circunstancias. Salida de la Virgen el domingo día 6 y el
lunes 7 día de su onomástica, el Besamanos.
Ojalá el Papa Francisco, se le ocurra promulgar también otro
Año de la Fe igual que hizo su antecesor Benedicto XVI. Por lo menos tendríamos
asegurados todos esos momentos a los que me refería al principio vividos por tal motivo.
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