Nos
quedamos sin la Feria. Ese era el comentario unánime de ayer en nuestro pueblo
desde una esquina a la otra.
Ahora
todo son conjeturas y echarles las culpas unos a otros, a ver cual lleva más o
menos la razón. El caso es, que de momento la Feria del 2012, se acabó, aún sin
empezarla.
Empezarla
me refiero al montaje de las casetas, porque si nos referimos a la Gala, para
elegir a la Reina de éste año. Si que se llegó a considerar, como previos a la
misma. Una gala esplendida, dentro de un recinto estupendo y, que la mayoría de
los asistentes, aún siendo bormujeros de siempre, no conocían. Hasta ahí, todo
muy bien, ¿pero las ilusiones de las muchachas ganadoras del concurso, donde
quedaban?
El disgusto quizás atañe más a sus padres y familiares, que a ellas en si.La gente joven no se lo toman tan mal. Ellas, saben que han ganado el
concurso y si además le otorgan el premio que estos casos conlleva el evento,
mejor que mejor. Dirán que otro año será y se acabó el problema.
Sin
embargo la gente mayor no piensa igual, la inmensa mayoría de personas que ayer
y hoy comentaban la anulación de la Feria. Ya daban por seguro, que era el
principio del fin. Que era el primer paso para hacerla desaparecer.
Los
mayores con la memoria aún en activo, no quieren ni pensar, que el parón de
este año, sea igual al que vivieron ellos en el pasado. En el que estuvieron 15
años sin ella.
Cosa
que no debería de ocurrir nunca, ya que un símbolo tan importante y señero como
es nuestra Feria, no tendría que desaparecer tan fácilmente.
Como
reseña decirles que los inicios de la misma, están registrados entre los años
1945 con la Feria de Ganado y posteriormente debido al auge que la misma iba
tomando en todo el Aljarafe y la capital. En el 1950 empieza la Feria con
casetas y atracciones. Llegándose a contar ocho casetas, entre ellas: La Caseta
Popular y la del Circulo de la Amistad, con una calle central, con portada y un
Tablao Flamenco.
La
Feria del 1950, destacó y mucho, por la presencia de varias bandas de música,
fiesta gitana y fuegos artificiales. El presupuesto del Ayuntamiento ascendió a
15.000 pesetas, la mayor cantidad en ese periodo.
A
partir de aquí, el presupuesto municipal decae por las necesidades económicas
de la grave crisis que asolaba el país en esos momentos. Pese a todo la Feria
siguió aumentando su brillantez. Ese año incluyeron también Obras de Teatro,
actividades deportivas y actuaciones
musicales.
La
Feria sigue y el presupuesto del Ayuntamiento sigue bajando. El 1951, pasa sin
penas ni glorias, sin embargo, aunque la economía iba para abajo, en el 1952,
la Feria vuelve a retomar el aumento de
brillantez, con múltiples atracciones e incluso con fiestas taurinas,
celebradas en una plaza portátil. Novedad también ese año fue la memorable
Carrera Ciclista de ida y vuelta a Aznalcazar.
Debido
a la difícil situación económica que atravesaba el Ayuntamiento, decidieron que
fuese el último año de la Feria del Ganado y por consiguiente la otra también.
Los
bormujeros se quedaron sin el esplendor de su Feria, considerada en aquellos
tiempos como la Feria del Aljarafe y que por causas económicas en el
Ayuntamiento, quedó en el olvido, durante los 15 años mencionados
anteriormente. Solo les quedó, lo que cada cual retuvo en su memoria; el
recuerdo de la música, de las atracciones y de su ambiente.
La
Feria toma su andadura de nuevo en el 1968, siendo alcalde Juan Gordillo
Romero, que ante la presión de un grupo de jóvenes bormujeros reinician el
camino paralizado desde 1952.
La
Feria surgiría de la nada absoluta; del recuerdo, de la ilusión por recuperar
un pasado siempre glorioso, de la memoria dormida de los buenos bormujeros que,
con esfuerzo y muchas ganas de trabajar, consiguieron reiniciar otra vez
nuestra histórica Feria.
En ésta ocasión y por motivos urbanísticos, fue ubicada en un recinto mayor, situada en el lugar del que hoy conforma la Plaza de Inmaculada Vieira.
En este nuevo periodo se inicia con varias novedades. En primer lugar el cambio de fechas, pasando del otoño por las inclemencias del tiempo que en ocasiones, afeaban el evento. A el calor asfixiante del mes de Agosto. Ese año se montaron doce casetas.
En el año 1969, se incorporan nuevas casetas, conformando un total de veinte. Con el tiempo la feria fue aumentando en presencia, prestigio e importancia, hasta llegar a ser calificada, como el pequeño rinconcito de la feria de Sevilla. Atraídos quizás por la fama que iba adquiriendo, en pocos años el recinto ferial se quedó pequeño.
Pero no será hasta el año 1993, cuando el Ayuntamiento decide construir un nuevo recinto ferial, que se inauguró en el 1994. En esta ocasión se incorporan nuevos concursos: la doma Vaquera, carteles de feria y de casetas adornadas. Coincidiendo con su 25 aniversario.
En aquellas fechas (anterior al concurso), los carteles lo confeccionaban los artistas o aficionados locales. Por eso les pongo un cartel, hecho por Tino Parra, encontrado en el “baúl” del recuerdo.
Autor del cartel, Tino Parra
Como anécdota ponerles un pequeño verso que escribió, José Moreno (Espartero), para uno de estos carteles y que decía así.
"Este comjunto de cosas que a todos nos satisface
hace que mi Feria de Bormujos,
sea la mejor del Aljarafe"
Desde entonces y sin ninguna interrupción, en nuestro pueblo, nunca faltó, su feria de Agosto.
Aunque desde hace dos años, la misma fue cambiada a Julio, los bormujeros siempre la recordaran con cariño, como su feria del mes de Agosto.
Este cambio en las fecha, causó gran impacto negativo en la inmensa mayoría de bormujeros. Afincados desde siempre en Agosto, por ser este en sí, el mes en el que en Sevilla, se descansaba siempre a partir del día 15. Día, que tras ver la procesión de la Virgen de los Reyes y, como casi de una estampida se tratase, no quedaba un alma en la capital. Debido es que aún hoy día, una gran parte de nuestro pueblo, depende de su trabajo en sus puestos de frutas en Sevilla. Y claro está, si en la capital en esas fechas no hay nadie, ¿a quien les iban a vender ellos sus géneros? Luego entonces, se agarraban a esos días de asueto, para celebrar junto con su familia su tradicional feria. Al cambiarla de fecha, esas personas levantadas desde las 3 o 4 de la mañana para ir al Mercado de Abastos a comprar su mercancía y su posterior venta en sus puestos, llegaban a sus casas, alrededor de la 5 de la tarde. ¿Qué ganas les quedaban de feria? Ninguna, lo que se consiguió con el cambio, fue el relegar la asistencia al ferial, solo al sábado, para este sector de nuestro pueblo.
Ahora con ésta decisión de suspender la feria, la gente tiene el temor de que ocurra, lo mismo que en el pasado. Esperemos que eso no pase y que solo sean circunstanciales las causas, por uno u otro motivo, que de seguro los habrá.
1 comentario:
hola paco yo siempre e recordado que la feria eras la ultima semana de julio no feria de agosto uno del pueblo hijo de parrita un saludo para todos y gracia por recordar viejos tiempo gracia paco no se si me recuerdas mi nombre es francisco franco librero tengo en el pueblo mi hermano isidro que es mas o meno de tu edad saludo
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