lunes, 30 de septiembre de 2013

No hay dos..sin tres..


No hay dos sin tres, es un refrán antiguo muy utilizado siempre al referirnos a que pasan tres cosas juntas.

Y en este caso que quiero relatar, las tres son buenas.

Esperábamos la llegada de nuestra nieta, quizás una semana antes, pero por las circunstancias del trabajo de mi hijo, no pudieron hacerlo.

Por eso digo lo del título, esperándola desde el día 15 y llegaron el sábado 21. Día en el que pasaba Nuestra Santísima Virgen de los Dolores y que por la noche también entraba el Otoño. Tres momentos juntos.
 
 
La Virgen en la esquina de Severo Ochoa con Ramón y Cajal. 
 

De los tres, solo el Otoño se quedó. La Virgen solo tuvimos unas horas de disfrutarla y despedirnos de Ella, hasta el año que viene.

Mi “estrellita” Deneb, a pesar de su poca edad (seis meses), llegó a la misma hora en que La Virgen pasaba junto a nuestra casa y cuando se marchó con sus padres a los pocos días. Nos dejó con “el mono” y la nostalgia de volverla a tener en nuestros brazos.

“Una muñeca” decían los familiares, amigos y vecinos cuando la vieron. Simpática y que se dejaba coger por todos los que tuvieron la suerte de conocerla.
 
 
 
En el patio de mi casa con la pelota.

Se fue y desde entonces, hacemos como los “rocieros”, cuando apuntan en una pizarra, los: meses, días y horas, que les faltan por verla de nuevo .Dios y la Virgen, la sigan bendiciendo como hasta ahora lo han hecho. - (Iremos a verla después de las fiestas del Rosario)-.

Pero también que lo hagan con todos los niños del mundo. Ya que desgraciadamente es horrible las cosas que nos enteramos que ocurren y que se da las circunstancias, de que los que pierden siempre,  son los más débiles.



Bello cartel con la imagen de Nuestro Señor.
 

Y para cambiar de tema. Diremos como el sábado pasado dijo el Sr. Obispo en la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. “Estamos en Misión”.
Momento antes de dar la bendición.
 
Misión que no es otra, que la que el Papa Francisco lleva anunciando desde que lo eligieron como tal.

Hay que ir a la gente, hay que buscarlos allá donde se encuentren. Como todo pastor cuando se le pierde una oveja. Deja a las demás solas, mientras busca a la que se perdió. Y como dicen en las escrituras, cuando la encuentra, lo celebra por todo lo alto, invitando a todos a celebrar el acontecimiento  con El.

Los que tenemos ya una edad entre los que me encuentro yo. Este hecho de la “Misión”, como se llama ahora. Lo vivimos ya hace por lo menos cerca de 40 años.
El Papa Juan XIII
o el Papa bueno como el mundo entero le decía.
 

Lo puso en marcha el Papa Juan XXIII y lo terminó el Papa Pablo VI. Pero que con la llegada del Papa Juan Pablo II, el proyecto se vino abajo y todo quedó, solo en eso, un proyecto. Así que llevamos cuarenta años de atraso con respecto a los pensamientos de los Pontífices de aquella época. Esperemos que ésta vez sí, siga adelante ya que también los tiempos y las formas de pensar cada vez, son más comprensibles. 

 

Y por fin llegó el disfrute para los “pelones”. Ayer fue el Pregón y, después la comida de Hermandad. Y como se dirían en (otros términos), el calentamiento de los ánimos, para toda una semana llena de:  emociones, anhelos y suspiros.
 
 
 
La Virgen  en su camarín, preciosa como siempre
a la espera de la semana intensa de emociones.
 
 
"VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO"
       

martes, 3 de septiembre de 2013

Como una patena...


“Como una patena”, dicho popular atribuido a cuando algo se limpia a fondo, tratando de dejarlo mejor de cómo estaba anteriormente.

Así es, como los “pelones”, estaban dejando ayer la –Plazoleta del Cano- tras la exitosa “velá”. Exitosa en todos los sentidos y que muy bien, para no faltar a los dichos y refranes antiguos, diríamos lo mismo que el (exitoso- valga la redundancia)  Dúo Sacapuntas en sus mejores tiempos con aquella frase, ya histórica…”La plaza estaba…abarrotá”. Pues sí, así estaba la plazoleta durante los días de la Velá de la Virgen del Rosario.

Salvo un pequeño incidente el sábado de desencuentros, como siempre entre jóvenes y mayores. Que gracias a Dios se salvó con poca importancia, pudiéndose evitar males mayores. Lo demás fue muy bien y que tras el pequeño sustillo del momento, la fiesta siguió y se dio por terminado el problema.

Con ésta “velá”, se terminan por fin, (dirían los distintos bares y restaurantes de nuestro pueblo) las malas ventas del verano. Ellos aquejados de que el hecho de haber cuatro hermandades y de que éstas se tengan se sufragar los gastos que cada una conlleva, a través de las “velás”, lo llevan mal.

Porque si por ese sentido, lo llevan mal, también lo tendrán bueno, cuando por tales hermandades y pasos en la calle, la gente sale y la gente consume. Aquí recurriría a otro refrán..”uno de cal y otro de arena”, como siempre.

Luego entonces, si todos estamos conformes, disfrutémoslo. Y esperemos con ansias los próximos cultos: Los Dolores en Septiembre y El Rosario en Octubre.

Ayer como una anécdota curiosa, al pasar por mi trabajo por la casa de los  del “cuervo”. Oñito estaba leyendo un librito que tiene él, al igual que muchos campesinos, en el que consultan el tiempo. Este decía que a pesar del mismo, cuando los labradores de Bormujos en realidad calculaban mejor la predicción del tiempo en esa fecha, era con la salida de la Santísima Virgen del Rosario, porque siempre, los “pelones” estaban temerosos que la lluvia estropease ese día tan esperado.

Nosotros con librito o sin librito, esperaremos a que eso no ocurra y que si tiene que llover para el bien de los campos, que llueva, pero que lo haga a partir del día siguiente, después de ver la majestuosidad y esplendor que conlleva la Virgen del Rosario, a su paso por las calles de su pueblo.---

 
La Belleza hecha Virgen.