Un Compás

Un Compás

De espera parece nuestro pueblo en este mes de Agosto. En el pueblo se nota el vacío con dos connotaciones: Los que vuelven lo hacen así “vacíos”, de muchas cosas después de sus vacaciones. Por otro lado los que se van, dejan su “vacío” también.

Por eso en este compás de espera de lo venidero, tiene a la gente un poquitín intrigada. Los que disfrutaron con la vuelta a la normalidad en nuestra parroquia, con la apertura de los candados y cadenas que tenía el patrón Santo Domingo. Están otra vez en ese “compás”, del no saber que ocurrirá ya que de nuevo tienen puesto los dichosos impedimentos para acceder a su capilla.

La explosión de alegría que salió de todas las gargantas, con sus exclamaciones al ver ese esplendor que tanto echaban de menos. Ahora están como: apagados, indecisos, curiosos, ansiosos. Como dándose cada uno ese “compás” de espera.
¡Que largo se va hacer este mes!. Son algunos comentarios de la gente del pueblo.

Lo de largo siempre es según con el prisma que se vea, pues los que regresaron de sus vacaciones se les ha hecho corto. Y los que se van ahora la espera para irse, se les ha hecho interminable. Una vez cada uno en su destino, el tiempo parece que vuela y otra vez están de vuelta.

Pero por lo menos los que se pudieron ir y los que se van ahora, solo han estado pensando en sus ansiadas vacaciones. Los que se quedaron por una causa u otra, han tenido más tiempo para plantearse las preguntas antes mencionadas.

Por otro lado el sacerdote “sustituto”, Cresio Rodrigues Da Silva, resulta ser una persona entrañable, se esfuerza al máximo en su cometido como cura, haciendo las cosas de la mejor manera posible, para que de alguna manera esté contento todo el mundo.

Desde el día del besamanos de la Virgen de las Nieves hasta la fecha ha realizado varias misas, entre las cuales había un entierro. Pues bien, la familia del difunto me comentó la emoción que sintieron cuando el cura bajó del altar a darles el pésame personalmente. Preocupándose en conocer quienes eran las hijas de Baltasar. Cada persona que salía de la misa, todas expresaban la satisfacción que les produjo el que sin conocer de nada al difunto, fuese enumerando una por una toda la trayectoria de su vida. Eso nos demuestra el interés que se tomó, para realizar su ministerio.


Por eso ante esta situación (nueva para nosotros), más nos inquieta ese compás de espera, porque estamos faltos de esas atenciones por parte de los dignatarios de la Iglesia. Por eso es la inquietud, si este cura “sustituto”( por más señas), es capaz de atraernos al redil como buen pastor. ¿Quién nos mandarán al final del mes de Agosto?

Solo esperemos que la espera no haya sido inútil y por fin todo el pueblo se sienta bien y que el pastor que nos asignen, haga su papel de “pastor” al reunir a las ovejas en vez de dispersarlas.

Ya que el sacerdote Cresio al ser el sustituto no tiene competencia en quitar los cerrojos y candados a Santo Domingo, esperemos que por lo menos ese "compás" tantas veces mencionado hoy, nos traiga la buena nueva de saber que por fin tales ataduras desaparezcan y podamos disfrutar (como siempre fue), tanto de ésta capilla, como la del Sagrario, veintisiete años cerrado.

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