Pensando en la entrada anterior, con la reflexión sobre, si la Iglesia debería dejar al pueblo elegir a su pastor (el cura).
Te das cuenta que con el paso del tiempo transcurrido durante los TREINTA Y SEIS años, de la estancia del último cura en nuestro pueblo. La cantidad de cosas y hechos que habrán tenido lugar en este periplo.
Hechos y anécdotas de todo tipo – buenas y malas -, como siempre y nunca mejor dicho, (en la viña del Señor), hay cabida para todo.
Cuantos familiares, amigos y vecinos, se murieron (con la esperanza), ¿de qué?, ¿la resurrección?, según nos dice la Iglesia Católica y todas las confesiones religiosas incluida la musulmana?.
Quizás la mayoría simplemente se murieron con la esperanza de la visita de su pastor –el cura-. Y es que una trayectoria tan grande como es 36 años, da para mucho que pensar. Si por lo menos hubieran tenido la oportunidad de elegir ellos a su “cura”. Podrían haber tenido la satisfacción de recriminarles su cometido. Pero al no ocurrir eso, se fueron, tras el dolor y pena de los suyos.
Las respuestas para que de alguna manera, tuviesen algún consuelo, siempre son las mismas. Dios lo ha querido para él. Dios se lleva siempre a los buenos. Dios sabrá lo que ha hecho. Eso es simplemente una forma de dorar –la píldora-, o sea más de lo mismo, echarle la culpa siempre a alguien y en este caso más concreto, a Dios. Yo creo que esas palabras, se deberían de transformar en otros testimonios. Palabras de consuelo y ayuda a ese enfermo, bien sea en su casa, hospital u acera si fuese un mendigo.
Mejor sería ponerse en el lugar del Cristo y ayudarle vivo y, no tener que esperar a que se muera, para decirles palabras bonitas.
Cualquier madre que se le muera un hijo o hija, jamás va a comprender el porqué, el Dios que desde niña le enseñaron a querer. Se quiera llevar a su ser más querido.
Al igual que maridos o esposas que pierden a su pareja. Hijos que pierden a sus padres, etc. Todos se paran a pensar lo mismo…¿porqué le tuvo que tocar a ellos?.
Pienso que a la altura que estamos de la vida en el que cada día descubrimos más, sobre la creación del mundo. La Iglesia Católica, debería plantearse la forma de explicarnos, porque desde niños, nos dijeron que el mundo lo creó Dios, en siete días. Que el primer hombre, Adán, lo hizo de barro y que con sólo echarle un soplo, le dio vida. Que la mujer, Eva, con una costilla de Adán, también la hizo -(¿con soplo o sin?). El remate ya de todo es cuando nos decían lo de la –fruta prohibida - . ¿Si solo nos contaron la venida de Caín y de Abel, ¿como se repobló la tierra? . Tendrían que cometer “incesto”. Es decir los hijos tendrían que yacer con la madre no?.
Pues ya desde hace bastantes años que la gente del pueblo llano, sabe de todas estas cosas, pero la mayoría lo ignora –queriendo- o no quiere ni planteárselo. Por eso pienso que ya es hora de que los dirigentes de la Iglesia, tomen las riendas, como pastores que son y se atrevan a reconocer, que el tiempo de las fábulas ya se acabó y los ignorantes, ya no son tantos como ellos se imaginaron siempre.
Hoy en día en la mayoría de las casas de nuestro pueblo, hay un chico o chica, con estudios universitarios. Niños que en su día hicieron su primera comunión e incluso se llegaron a confirmar. Pero debido principalmente a sus conocimientos, no vuelven más o se buscan otros pastores (dentro de la misma Iglesia), que los atraigan con la verdad.
Yo particularmente creo en Jesucristo, fue un hombre real, vivió y lo mataron. Creo en la Virgen, su madre, creo en lo que hizo y el porqué. Pero me meteré en el montón de los que no quieren ni plantearse la existencia del Dios, que nos pintaron. Quiero creer mejor en el Dios vivo.
Te das cuenta que con el paso del tiempo transcurrido durante los TREINTA Y SEIS años, de la estancia del último cura en nuestro pueblo. La cantidad de cosas y hechos que habrán tenido lugar en este periplo.
Hechos y anécdotas de todo tipo – buenas y malas -, como siempre y nunca mejor dicho, (en la viña del Señor), hay cabida para todo.
Cuantos familiares, amigos y vecinos, se murieron (con la esperanza), ¿de qué?, ¿la resurrección?, según nos dice la Iglesia Católica y todas las confesiones religiosas incluida la musulmana?.
Quizás la mayoría simplemente se murieron con la esperanza de la visita de su pastor –el cura-. Y es que una trayectoria tan grande como es 36 años, da para mucho que pensar. Si por lo menos hubieran tenido la oportunidad de elegir ellos a su “cura”. Podrían haber tenido la satisfacción de recriminarles su cometido. Pero al no ocurrir eso, se fueron, tras el dolor y pena de los suyos.
Las respuestas para que de alguna manera, tuviesen algún consuelo, siempre son las mismas. Dios lo ha querido para él. Dios se lleva siempre a los buenos. Dios sabrá lo que ha hecho. Eso es simplemente una forma de dorar –la píldora-, o sea más de lo mismo, echarle la culpa siempre a alguien y en este caso más concreto, a Dios. Yo creo que esas palabras, se deberían de transformar en otros testimonios. Palabras de consuelo y ayuda a ese enfermo, bien sea en su casa, hospital u acera si fuese un mendigo.
Mejor sería ponerse en el lugar del Cristo y ayudarle vivo y, no tener que esperar a que se muera, para decirles palabras bonitas.
Cualquier madre que se le muera un hijo o hija, jamás va a comprender el porqué, el Dios que desde niña le enseñaron a querer. Se quiera llevar a su ser más querido.
Al igual que maridos o esposas que pierden a su pareja. Hijos que pierden a sus padres, etc. Todos se paran a pensar lo mismo…¿porqué le tuvo que tocar a ellos?.
Pienso que a la altura que estamos de la vida en el que cada día descubrimos más, sobre la creación del mundo. La Iglesia Católica, debería plantearse la forma de explicarnos, porque desde niños, nos dijeron que el mundo lo creó Dios, en siete días. Que el primer hombre, Adán, lo hizo de barro y que con sólo echarle un soplo, le dio vida. Que la mujer, Eva, con una costilla de Adán, también la hizo -(¿con soplo o sin?). El remate ya de todo es cuando nos decían lo de la –fruta prohibida - . ¿Si solo nos contaron la venida de Caín y de Abel, ¿como se repobló la tierra? . Tendrían que cometer “incesto”. Es decir los hijos tendrían que yacer con la madre no?.
Pues ya desde hace bastantes años que la gente del pueblo llano, sabe de todas estas cosas, pero la mayoría lo ignora –queriendo- o no quiere ni planteárselo. Por eso pienso que ya es hora de que los dirigentes de la Iglesia, tomen las riendas, como pastores que son y se atrevan a reconocer, que el tiempo de las fábulas ya se acabó y los ignorantes, ya no son tantos como ellos se imaginaron siempre.
Hoy en día en la mayoría de las casas de nuestro pueblo, hay un chico o chica, con estudios universitarios. Niños que en su día hicieron su primera comunión e incluso se llegaron a confirmar. Pero debido principalmente a sus conocimientos, no vuelven más o se buscan otros pastores (dentro de la misma Iglesia), que los atraigan con la verdad.
Yo particularmente creo en Jesucristo, fue un hombre real, vivió y lo mataron. Creo en la Virgen, su madre, creo en lo que hizo y el porqué. Pero me meteré en el montón de los que no quieren ni plantearse la existencia del Dios, que nos pintaron. Quiero creer mejor en el Dios vivo.